LOS TRES MUNDOS DEL INFIERNO

domingo, 24 de enero de 2016

A LA SOMBRA DEL COCODRILO Libro Completo En Español Gratis

                                             A LA SOMBRA
                        DEL COCODRILO


         DICCIONARIO IMAGINARIO DEL AUTOR

Patuscrito: De acuerdo al autor, lo que todo animal llegara a escribir con sus propias patas.

Pájaros mitades: Pájaros con muy poca preparación moral.

Pajaraje: Calificativo dado a los pájaros, de lo que en el hombre sería personaje.

 Era una tarde cualquiera de un mes primaveral de un año bisiesto, cuando sentado en mi oficina sin nada que hacer, vi transcurrir casi todo el día sin haber recibido la visita de ningún cliente.
La tarde estaba nublada, casi a punto de llover, lo que hizo transformar su clima de fresco a frio, cosa que consideré oportuna para ponerme a leer una de las obras del psicoanalista Austriaco SIGMUND FREUD, que formaban parte de mi librero. 
Traté de ponerme cómodo y opté por cruzar mis piernas sobre el escritorio, cosa no muy usual en mí, pero el aire fresco que arropaba la tarde y aquellas gruesas gotas de lluvia que tejían la ciudad, me hicieron creer que ese inusual comportamiento podría pasar inadvertido. Fue entonces, cuando al momento de entregarme a su lectura, fui sorprendido por un ave extraña muy poco vista en mis entornos que apareció de repente posándose en una ventana corrediza que quedaba justo a mi derecha. 
Era un pájaro de pico y patas negros y de colores blanco y azul turquesa en su plumaje, desde ese momento me puse muy nervioso y el miedo llegó a turbarme por completo, ya que no sabía de qué tipo de pájaro se trataba.- Descrucé las piernas rápidamente y fingiendo no sentir miedo, ya parado a su frente me puse en posición de ataque y con el mismo libro que tenía en mis manos le amagué dos o tres veces, pero él, a pesar de mi constante amenaza, seguía parado muy tranquilo junto a la ventana, sin dar señal alguna de sentir el menor miedo. Me sentí muy avergonzado por haber despertado esa actitud de violencia frente a un simple pájaro, que aunque muy raro y extraño, como lo fue para mí, no dejaba de ser parte de la belleza natural de cualquier medio ambiente, justo en ese momento recordé una frase que mi padre solía decir: “Los nervios y el miedo son los peores enemigos del hombre, porque turban el buen razonamiento del individuo”. Al quitar la envoltura de esta frase, sentí un gran alivio, ya que pude sacar a mi cuerpo del estado anormal en que se encontraba. Ahí mismo, también pude reparar de que se trataba de un ave inofensiva, al recordar que cuando niño había leído mucho sobre este tipo de pájaro. Por los colores blanco y azul turquesa de sus plumas y por sus patas y pico negros pude sopesar que era un ave Urraca de las que habitan en las montañas que quedan al norte de México y Costa Rica. Son pájaros totalmente vocingleros que por lo general les gusta volar en grupo, lo raro y extraño de todo esto, fue ver a este pájaro llegar solo a mi oficina, pero este pequeño detalle ya no me importaba, para ser sincero, me hizo sentir un hombre dichoso ya que su presencia permitió que aquel largo y lluvioso día no se me fuera en blanco.  
Me senté nuevamente y al ver que se quedó tranquilo y muy cómodo donde estaba, no me molesté ni siquiera en decirle que pasara adelante. De su pico salió un saludo de amistad, rompiendo aquel silencio que nos unía, yo creo que fue ¡buenas tardes! Lo que me dijo, pero si no fue eso, me atrevo a asegurar que fueron esas palabras las que salieron de su negro pico. Enseguida se echó a hablar  como carreta. No me dejó mentir con respecto a lo que había aprendido sobre él, cuando apenas yo era un pequeñín que aprendió a leer más por las figuras que había en el libro que por sus propias letras. 
Al comienzo no nos entendíamos en nada, pero en la medida que rodé mi sillón acercándome más a él, nos fuimos entendiendo mejor hasta que llegó un momento en el que por fin nos encontramos con el mismo idioma. Por su fino estilo de expresión pude percatarme de que se trataba de un pájaro educado, cuando me dijo: Soy un ave Urraca, proveniente de la zona montañosa de Costa Rica, que queda justo al norte de su situación geográfica. El sueño de mis padres era conocer y vivir algún día en la patria de Duarte, por la que sintieran desde muy jóvenes gran admiración y respeto, pero nunca encontraron la forma fácil de viajar hasta ella, dado a la enorme distancia que los separaba, hasta que en una mañana cualquiera de mayo por allá por los años sesenta, burlando la vigilancia de un barco marino, lograron subir a su proa para zarpar rumbo a la tierra más maravillosa del mundo. Yo para ese tiempo ni siquiera había salido de la vida oval del vientre de mi madre y gracias a este viaje de polizones, pude pertenecer a esta gran familia caribeña, ya no sólo como un simple admirador, sino como hijo legítimo de sus montes y valles.
Quisiera aclararte que no he venido a tu oficina con un expediente de desfalco, atraco o robo para que me defiendas, no, eso no, en la sociedad de aves no existe la delincuencia ni los funcionarios deshonestos y corruptos, como ocurre entre ustedes los hombres, a quienes venimos observando desde hace siglos. Que han sabido pagarles a jueces para que condenen a un pueblo inocente a quien nunca se le ha dotado de suficientes escuelas para su educación. Y también abusan del infeliz a quien pagan un sueldo de miseria después de un largo mes de trabajo y más tarde le mandan al cobrador de impuestos para despojarlo de lo poco que se ha ganado. Son muchas las injusticias que los pájaros han tenido que callar, y el no decirlas o compartirlas con alguien podría desmejorar la salud de cualquier ave, por esta razón y aunque nos cueste el pico, hemos preferido ponerlas en manos de un hombre de conciencia, para que se ocupe de publicarlas. Yo sé que cualquier padre de familia que comparta su hambre con sus hijos y con su propio pueblo, no estaría tan lejos de reconocer que el culpable de su desdicha está en la misma persona a quien dio su voto a cambio de una promesa. Sabemos que no se atrevería a negarlo, porque no ha sido  una ni dos veces en que lo han engañado, como tampoco debe desconocer que son ellos mismos los que también cambian o negocian por hojas de batatas el oro o cualquier otro metal precioso, propiedad legítima de los pueblos.
En verdad daría mucha pena y vergüenza que siendo las aves de cerebros con menos capacidad que el del hombre, como bien algunos así los han creído, tengamos que ser nosotros los pájaros los mas llamados a defenderlos de las garras de los países del norte o de cualquier otra parte del mundo, que aprovechando la debilidad o flaqueza del peso o la moneda de los países pobres, penetran a ellos como “Pedro por su casa” para luego cargarse con las riquezas naturales que guardan sus tierras. Nosotras las aves, que sabemos volar por los muelles y aduanas, vemos casi todo lo que sale pero nunca vemos lo que entra. Si es magia o no, yo creo que ni con la lámpara de Aladino se podría llegar a descifrarla muy bien. Pero mientras estas cosas pasan, no se requiere del papel de un mago para descubrirlas, sino de la sabiduría de los pueblos o naciones que sufren las consecuencias.- ¡Pero bueno! No quisiera meter mucho el pico en esta vaina, no vaya a ser que por abrirlo tanto, la verdad pueda llegar hasta el palacio de gobierno y mis plumas cambien de color y me huelan a pólvora o que las municiones entren por mis poros en lugar de mis plumas. Pero estas son cosas que no soy yo solo quien las sabe, creo que hay otros que al saber demasiado prefieren mejor callarlas, porque tienen un refrán consejero que siempre les dice “Que en boca cerrada no entran moscas”. Pero como nosotros los pájaros no tenemos boca, sino un pico, yo creo que por abrirlo un poquito no estaríamos haciendo ningún daño a nadie. Ni tampoco con decir que casi todos los países del mundo se han dejado hipnotizar por los ojos codiciosos de las grandes potencias quedando dormidos en la cama imperial del opio, por el tiempo exacto en que cargarían con todas sus riquezas. Lamentablemente ya metí las patas en el charco y como pájaro, nunca aprendí a volar hacia atrás aunque el viento estuviera en contra mía, eso quiere decir, que mi padre nunca me enseñó a volar de reversa ni tampoco sentí la necesidad de pedírselo. Por eso seguiré abriendo el pico hasta que Dios quiera, aunque creo, que si él no lo hubiese querido, habría hecho al pájaro sin el pico. Además, no sé dónde está el pecado de decir las cosas que veo y ya he visto demasiado para guardármelas en la consciencia de un cerebro vivo que sabe provocar el vómito cuando las cosas  no le caen bien al paladar de una nación, a quien le ofrecen una mano amiga que termina con su estrangulación económica; En la explotación de sus riquezas mineras y en el fusilamiento de las piedras preciosas que hay en su suelo. Por esa razón, en la sociedad de pájaros nunca estuvimos de acuerdo con ciertos negocios o contratos oscuros con potencias extranjeras que siempre viven olfateando el brillo de la plata y el oro y el de cualquier otro metal precioso, para aplastarlos con las fuerzas del dólar, del euro y la esterlina. 
El pájaro no adivina el futuro de nadie, pero se ha dado cuenta de que existen ciertos tipos de acuerdos o contratos que sólo saben dejar perdidas y por tal razón tarde o temprano se ven convertidos en la desgracia de los pueblos.
Mientras los gobiernos de cualquier nación se encharquen en grandes deudas con algún imperio extranjero, con ese mismo lodo quedaría salpicado cada miembro de esa sociedad, que sin ser el responsable directo de un maldito error cometido por algún gobernante corrupto, tendrá  inevitablemente que pagar sus consecuencias. La sociedad de pájaros no se endeuda en esa forma, porque sabe respetar el derecho de cada ave en particular. Quizás por eso, disfrutamos de la mejor felicidad del mundo, porque siempre nos hemos conformado con lo que Dios nos depara cada día. No somos devoto del lujo y la abundancia extrema de riqueza, ni dejamos que la codicia se coloque por encima del espíritu, tampoco permitimos que la vanidad se haga cargo de nuestras pretensiones, ni que toque siquiera la conciencia moral de nuestros miembros, quienes siempre han vivido acorde con nuestro código de moral, el cual está basado en las verdaderas necesidades sociales y políticas de cada ave, que consisten en la obtención de su nido construido con palitos y hojas secas a la altura de un árbol donde el ser humano no lo destruya. El derecho a la educación gratuita apoyada en la economía del Estado; El derecho al trabajo, sujeto al pago de una buena retribución que le permita a cada pájaro vivir honradamente con su familia; El derecho a la salud y la alimentación como fuente esencial de la vida; El derecho a la religión y al deporte como apoyo al fortalecimiento espiritual y salud física y mental de cada pájaro.
Esto así, porque entendemos que cualquier deseo que vaya más allá de estas necesidades, podría corromper su propia conducta y entonces terminar arrastrado en la delincuencia, como ocurre con el hombre, quien desde hace tiempo viene padeciendo de este mal social. Este código, que ha resultado ser el método infalible de nuestra sociedad, fue escrito por mi padre, quien a través de los años logró cambiar su juventud por sabiduría y ya viejo y arrugado, con los ojos hundidos y sus plumas decoloradas por el paso del tiempo, solía compartir su experiencia conmigo a la luz y el calor de un fogón que sabía hacer con palitos y hojas secas para sacar la oscuridad de nuestro nido, cuando el día se marchara con su sol. Mi padre fue aquel pájaro que ya con sus patas un poco temblorosas que ni siquiera podían sostenerlo con seguridad en la rama de un árbol y un pico desarticulado y sin fuerza, que lo obligaba a permanecer en silencio, siempre me daba sus últimos aportes con mucha cordura y rectitud a pesar de su edad.
Como sabrás, cada pájaro posee ciertas virtudes que Dios siempre supo negarles a los hombres, por ejemplo:- Una de esas virtudes es que las aves pueden anidar con facilidad en las palmeras que adornan el palacio de gobierno de una nación; En las que embellecen el patio de las mansiones de cualquier funcionario o ministro corrupto de un pueblo, así como también en aquellas que rozan sus ramas con las paredes y ventanas de la casa de un general o con las de los edificios parlamentarios de cualquier país.- Por consiguiente, podrían darse cuenta de todos los secretos, maniobras y actos que se esconden detrás de sus muros y paredes, cosas que no serían posibles para el hombre por mas que se lo propusiera. Todos estos acontecimientos y escenas, por más que se escondan a los ojos de los hombres, jamás podrían pasar inadvertidos para nosotros los pájaros, quienes hasta muchas veces les servimos de mascotas para hacernos aún más testigos de sus actos. Por eso, he decidido llegar hasta aquí, porque sólo un “picapleitos” como tú, puedes ayudarme a que el patuscrito que traigo debajo de mis alas, pueda convertirse en un libro, que deberás titular A LA SOMBRA DEL COCODRILO,– sé que te preguntarás ¿y por qué con ese nombre? Muy sencillo, como tú sabrás muy bien, que hace algunos años casi todos los gobiernos de América Latina, querían gobernar sus países a la fuerza y para lograrlo recurrían casi siempre a métodos represivos y sanguinarios, frente a cualquier información o idea contraria a sus quehaceres políticos. Entonces pensé que podían hacer conmigo lo mismo que hicieron con casi todos los obreros de la prensa de una época a la que se le identificó como “El gobierno de los doce años”, que no sólo llegó a romper las cámaras de los periodistas, sino que por el hecho de decir la verdad; los asesinaban y desaparecían. Por esta razón, algo me dijo, que escondiera mi patuscrito A LA SOMBRA DEL COCODRILO, pues el desenfreno político de aquella época no sólo acababa con la prensa, sino también, llegó a hacerlo con los estudiantes, con los obreros y con cualquier idea política contraria al gobierno. Por esa razón, quisiera que al publicar el libro no sólo lo titules A LA SOMBRA DEL COCODRILO, sino que además, le pongas su extravagante figura en su portada, en honor a ese fiel y cómplice amigo. 
Antes de entregarte este valioso material, quisiera leértelo en voz alta, ya que al ser escrito por mis patas, tal vez, pueda haber algunas letras de dudosa interpretación y te resulten muy difíciles de entender. En realidad no sabría por donde comenzar, pero como ya te hice cierto hincapié de los gobiernos y funcionarios corruptos de una nación, no veo la razón para que marque su comienzo con otro tema.



DE LOS GOBIERNOS Y FUNCIONARIOS CORRUPTOS Y SU CONTRIBUCIÓN AL FRACASO SOCIAL.-
No sería bueno desarrollar este concepto, sin primero conocer la historia de los presidentes y funcionarios pájaros que pasaron por la sociedad de aves y que al fallarles a nuestra comunidad, nos vimos en la obligación de recurrir a métodos anticuados y erróneos, los cuales creíamos más que suficientes para corregir la mala conducta empleadas por ellos en el ejercicio de sus funciones. Pues desconocíamos en lo absoluto, de que el crimen de desfalco aparte de crimen, también era un virus que se contagiaba con la llegada al poder de cualquier pájaro. Llegamos a entender un poco tarde, que este virus, no se encuentra nunca presente en un pájaro político que aspire a la presidencia de un pueblo, sino que el mismo nace del caliente de la silla que hay en cualquier palacio gubernamental. Por eso, siendo una nación de aves ignorantes en aquel momento, nos hizo caer en la aplicación de métodos rudos y violentos, por ejemplo: Cuando un pájaro presidente cometía un desfalco al Estado, a éste se le quemaba en su nido con todo y familia, porque entendíamos que ya por el hecho de cobrar cien veces más por encima del salario mínimo de un ave en el sector privado, de por sí, resultaba un acto injusto. Por tanto no le permitíamos a ningún presidente que aparte de ser injusto con el pueblo, también se convirtiera en el ladrón de sus riquezas. Hace algún tiempo, cuando apenas volaba casi al ras del suelo, porque las alas de pichón no me permitían subir tan alto como lo hacían mis padres, me tropecé con una hoja de papel a la que el viento batía de    un lado para el otro, escrita al estilo de una imprenta antigua, de la que por su forma borrosa y arrugada llegué a imaginarme que pudo haberse desprendido de alguno de esos libros que han tenido la virtud de ser muy manoseados, la cual contenía una frase que decía: “El camino a la mente es el estómago”. Desde ese momento me dio por pensar en el hambre madura que había en los hogares de la pobreza; En la causa de la demencia de aquellos seres con turbación mental, que por carecer de la ayuda de un gobierno, deambulaban por las calles del mundo, hurgando en los basureros que se formaban con “las sobras” del fogón del rico, en busca de algún desperdicio que les permitiera calmar los gritos malcriados de un estómago vacío; En las madres parturientas que pujaban en los hospitales de un pueblo, el producto de un nuevo ser a quien ya el propio Estado le había arrebatado el pan que traía debajo del brazo. Por eso, aunque esta pena resultara muy cruel, nunca fuimos objeto de arrepentimiento, pues más cruel sería cualquier gobierno que en el ejercicio de su función, se lleve en las uñas, la vivienda, la educación, la salud y la comida de un pueblo necesitado y hambriento. 
Nuestra sociedad, siempre fue y ha sido muy firme frente al delito y el crimen y sumamente drástica cuando se tratara de un desfalco de la cosa pública. Nunca se tomaron en cuenta los apellidos para la aplicación de la ley y el castigo de los malos actos. Ni tampoco, estuvimos de acuerdo con el trueque que implicara el cambio de una condena por una suma de dinero, ya que esto convertía a la sociedad en negociadora del delito y el crimen, donde sólo salía beneficiado el de la bolsa más fuerte, quien con la fuerza de la riqueza y el poder lograba torcer la espada de la ley y ablandar el corazón de los jueces. Dando al traste no sólo con la burla del individuo como víctima, sino también de la sociedad misma.
Siempre fuimos grandes críticos y celosos observadores de la aplicación de las normas jurídicas, pues no queríamos que estas se convirtieran en el relajo de políticos, quienes en busca de un beneficio propio, eran capaces no sólo de hacer las leyes a su antojo, sino de quemar el propio código si fuere necesario o tal vez, bajo el ritmo de un discurso imprudente caer en lo más profundo de la  mediocridad restándoles sus méritos y valores, como lo hiciera una vez un presidente a quien oí pronunciar desde el palacio de gobierno “que la constitución era un pedazo de papel”, para luego salirse con la suya. Pero bueno, creo que he perdido el hilo en lo que iba, porque si les hablé ahorita del trato que se le daba a un presidente corrupto en la sociedad de aves, jamás podría olvidárseme lo que se hacía con el funcionario pájaro que cometiera el crimen de desfalco, como estos eran muchos, usábamos un método diferente, los desplumábamos por completo y ya con su cuerpo al descubierto lo paseábamos al desnudo por toda la ciudad y luego hincado de rodilla, se le obligaba a pedirle disculpa a la nación, a quien tenía que devolverle todo lo que había robado, pero como nos daba nausea verlo en la sociedad, arrojábamos su cuerpo a perros y gatos hambrientos para que les dieran su ultimo adiós.

En nuestro sistema la cárcel de cada pájaro delincuente, era la ejecución, ya que considerábamos que encarcelar tantos pájaros con diferentes tipos de mañas en una misma gayola, era como una bomba de tiempo para la nación, pues poner tantas clases de malicias juntas, traería un resultado muy perjudicial para la sociedad, ya que terminaría con la formación de un embrión de parásitos antisociales, que jamás dejaría a la ciudadanía en paz. Esto último nos hizo pensar con la cabeza y poner las patas sobre la tierra. Pues llegamos a la conclusión de que no podíamos ser justo con la sociedad e injusto con el individuo, ya que todo individuo es parte integral de la propia sociedad. En cierto punto estuvimos de acuerdo con que la sociedad era más culpable que el propio delincuente, pues éste, no es más que aquel miembro de la sociedad al que su propia madre le había cerrado sus puertas. Quizás, aunque con ángulo diferente, podrían ser las mismas razones por las que se corrompe un político honrado cuando llega al poder o cualquier funcionario o ministro en el pleno ejercicio de cualquier cargo.

Todos estos crímenes y delitos, fueron enfocados en la razón de sus verdaderas causas sociales, y desde esa óptica, comenzamos a fortalecer grandemente la educación del país con la construcción de escuelas y universidades. Fue otro punto principal de nuestra agenda, la creación de nuevas fuentes de trabajo contribuyendo al apoyo de una exacta  valoración; Hicimos también un correcto enlace con los valores culturales, religiosos y deportivos; les proporcionábamos un verdadero plan de salud y alimentación a cada familia en particular y a la construcción de sus nidos a prueba de cualquier fenómeno de la naturaleza. Gracias a estos mayores esfuerzos, pudimos romper con nuestro sistema arcaico y obsoleto, de creer que con la aplicación de la grave pena y el uso descomunal de la fuerza bruta surgidas de la propia ignorancia y el mal uso del fusil, nos iba a limpiar totalmente del crimen y el delito y no fue así, pues toda sociedad requiere de sus mejores esfuerzos para poder salir adelante y si sus gobiernos no llegaran a tomar en serio el enfrentamiento de ese mal social, jamás podrían juntarse con los buenos valores morales del individuo adulto si no se comienza desde abajo a corregir las verdaderas causas, que transforman la mente del niño “inocente”.

En fin, nuestra sociedad llegó a temerle más al pasado que al presente, mi padre, del que ya les hablé, enseñó a los pájaros a temerles a los recuerdos que tiene la historia sobre los hechos particulares de cada ave, él decía que “la historia es una de las peores cárceles que pueden existir, ya que la misma siempre condena a los pájaros por el resto de sus vidas y por el tiempo indefinido de su muerte”. También llegó a definir la de forma muy diferente a como lo explican en las escuelas de los hombres, él decía que “la historia es como una pelota de goma que rebota con el pasado y vuelve con más fuerza al presente”. Esta definición hizo de nosotros los pájaros que fuéramos completamente honestos en el ejercicio de cualquier función pública o privada de las que nos tocara ser su administrador, gerente, ministro o quizás un simple empleado, ya que no queríamos ser señalados más tarde por la sociedad como funcionarios corruptos y que la propia historia llegara a encarcelarnos para siempre.

El desfalco y el robo en el ejercicio de un cargo público o privado es la práctica más asquerosa del ser humano, sin embargo, a pesar de ser uno de los peores crímenes que puede cometerse en perjuicio de una nación, se dejan pasar desapercibidos, sin que las autoridades les brinden la menor importancia y de hacerlo, de muy rara vez, en su mayoría se quedan engavetados sin que la sociedad se dé cuenta de la suerte que han corrido esos expedientes.

Este virus social, el cual parece un mal sin remedios, ha sido uno de los crímenes más devastadores de todos los tiempos, y el más visible de todos los delitos, pues cualquier funcionario en toda su carrera ministerial en el ejercicio de un cargo, nunca justificaría su exceso de riqueza, por tal razón resultaría fácil poder establecer su responsabilidad directa con el crimen, pero casi siempre se queda empañado debido a la correspondencia del favoritismo político, el amiguismo y el desorden administrativo mal comparado y a las auditorias mal empleadas y deficientes de hombres de un mismo rol gubernamental. Hubo un estadista que dijo una vez que “la corrupción llegaba hasta la puerta de su despacho”. Y otro presidente buscando la forma de evitar este mal, aumentó grandemente los sueldos de los funcionarios, porque entendía que la mejor forma, según él, de evitar que se sustraiga la cosa pública, era con un buen pago salarial, aunque fue objeto de muchas críticas en ese momento, pero en cierto punto  me parece que él tenía razón, ya que las pequeñas necesidades del hombre se resuelven con poco; pero las grandes requieren de mucho. Si esta es la sazón, pues vamos a olfatear, y es aquí donde comienza el gran apetito por el dinero. Nosotros los pájaros, sí que les podemos contar de la una y mil veces que hemos tropezado con el accionar de un ministro o funcionario corrupto, no sólo aquí, sino en gran parte de América latina y el mundo. Y decimos esto, porque dondequiera que se sienta un político encuentra un chicle masticado en la silla, en nuestro lenguaje de aves, esto quiere decir que el desfalco o robo de la cosa pública es como si fuera un virus que se pega o se transmite con el simple hecho de llegar al poder. Mi padre, quien siempre fue un pájaro de mucha experiencia, decía que la pobreza de un pueblo nace de la mala administración de sus gobiernos y nos puso de ejemplo a nuestro nido y dijo: “El hambre o la llenura de ustedes depende de mí, y si yo corrompiera el dinero que administro, entonces cooperaría con el hambre de mi familia de la que soy su gobierno y el gobierno, no sólo es gobierno de un pueblo, sino el padre de una familia a la que llamamos nación”.
Hace un tiempo salí a darme un baño de sol en compañía de algunos pajaritos vecinos y volamos lo más alto posible para ver la ciudad desde muy arriba. Alcanzamos a ver la mansión de un connotado ministro, la cual lucía un hermoso árbol de acacia en su patio y descendimos para posar en él, desde allí, ya muy cerca de una de sus lujosas habitaciones, pudimos oír una conversación que aquel señor sostuviera con su familia, en realidad me dio mucha vergüenza escuchar lo que decía, ya que andaba con algunos pajaritos que todavía no habían alcanzado la mayor edad. No sé si se refería a la función pública a la que administrara, pero este señor adinerado platicaba con sus hijos diciendo que “Las oportunidades son calvas…, y luego en tono de voz airosa, dijo otro refrán un poco más vulgar, refiriéndose a él, “Yo seré viejo, pero no pendejo”, mis amiguitos me preguntaron, ¿cuidado si se refiere a nosotros y saldrá con su escopeta a llenarnos de municiones? – Yo les respondí,- no pajarracos, se trata de algo mucho más peligroso, lo que les sugiero es que lean la prensa de mañana, para que puedan enterarse de qué cosa se trata. En realidad no fue una noticia que salió al otro día, como les recomendé a mis compañeros; pero un tiempo después, en un periódico matutino leí en primera plana “AUDITORÍA DENUNCIA DESFALCO MILLONARIO”. Cuando vi la cifra del horrendo crimen, volé con el recorte de periódico hasta mi nido y llamé a mis amigos para enseñárselo y entonces fui yo quien les preguntó - ¿ya conocen la causa de la pobreza de los pueblos, de la falta de escuelas, la medicina y la comida? Y ellos me respondieron “claro que sí, seremos pájaros pero no pendejos. Fue entonces cuando les dije: Hay muchas personas que se lamentan, incluso, los he oído decir que el hambre de su pueblo es bíblica y en muchos casos les han echado la culpa a Dios, en realidad cuando oigo esto, es como si me encontrara frente a un Sanedrín, justo en aquel viejo tiempo cuando se culpó a un inocente para salvar a un delincuente. Soy un simple pájaro y sin nunca sembrar nada, no he muerto del hambre. A través de los años he comido de lo que siembran los hombres a quienes he visto poner un grano en la tierra y devolverle una abundante cosecha; El mar, siempre ha multiplicado sus peces a pesar de las serias contaminaciones a las que ha estado expuesto; El agua que cae vuelve a evaporarse, para derramarse con mayor intensidad sobre la tierra. Todo esto me dice, que todavía no es tiempo de escasez y que cuando Dios quiera acabar el mundo lo haría con fuego y no con la falta de alimento y si llegara a reducirse será por obra del hombre y no de Dios, porque un padre perfecto es un gobierno perfecto y él es el padre y el gobierno legítimo de todas las naciones.
Lo que está pasando realmente, se debe a cualquier otro fenómeno muy particular a los deseos del creador.- ¿por qué no pensamos en las fallas del propio hombre?– nosotros los pájaros hemos sido muy observadores y hemos llegado a la conclusión, de que la tierra por sí sola no puede producir para los hombres, necesita de las caricias del campesino; de que el hombre sea más amigo de la tierra, de que no la abandonen y la dejen sola, pero más que todo también, necesita del aporte económico de los gobiernos. Creo que volví a perder el ritmo, pero es que hay tantas cosas de que hablar, que lo mejor sería que se las diga de a poquito. Yo sé que todavía no he terminado con la corrupción política de los gobiernos y ministros, pero como hay tanto que decir de eso, déjenme hablarles otro chin (poquito) sobre los medios de producción. La maquinaria de desarrollo de cualquier nación del mundo, está en los hombres de gobierno, en los profesionales, obreros y campesinos de un país. Y para que exista un real y efectivo progreso se debe trabajar mancomunadamente. Por ejemplo, resulta necesario que las autoridades no se dejen corromper por los vicios y el deseo inmenso de riqueza; Pero también que el profesional haga su mejor entrega a la sociedad y que el obrero especialice su mano de obra y el campesino se entregue en cuerpo y alma a la tierra. Si estos cuatro factores se desencadenaran, llegando a liberarse cada cual por su rumbo y se pierda la reciprocidad del uno con el otro, se caería sin lugar a dudas en el peor de los desequilibrios sociales en donde la suerte fatal exterminaría a cualquier país por muy desarrollado que sea. Si los gobiernos emprenden la huida con la economía de cualquier sociedad y se hacen los desentendidos con sus profesionales, obreros y campesinos, arrumbarían a la nación al desastre y a una gratuita descomposición social.

Nosotros los pájaros conocemos muy bien las obras del creador y sabemos que Dios ha hecho demasiado con sólo darle la vida al hombre, pero creo que hay un error que surge de la nada, cuando también le pone el mundo en sus manos para que haga con él lo que le pegue su gana; sin siquiera comprometerlo al menor esfuerzo de que se ponga a rotar la tierra, dándosela totalmente preparada y girando para que viva en ella sin hacer el menor sacrificio.

El hombre sabe perfectamente que el bien y el mal son hermanos siameses como la vida y la muerte. Y que si en realidad se quiere vivir cómodo y bien, tendrá que entender que existen riesgos que les costarán el mal. También debe saber que hacer grandes y pesados edificios encima de algo que se traslada los 365 días del año y que rota las 24 horas del día, pues podría haber un momento en que la tierra llegara a tambalearse en su propio eje y ocasionar grandes derrumbes y desbordamientos de sus depósitos de agua, como son sus lagunas, ríos y mares. Sin embargo, persiste en seguir puyando y excavando su fondo haciendo grandes heridas para trasladarse de un lugar a otro en menos tiempo que el que Dios le ha designado. Como también ha sabido escarbar y extraer de ella su verdadera consistencia despegando sus trozos de oro, cobre, hierro y demás metales preciosos así como las piedras brillantes que conforman su estructura.

Por tal razón, hay un refrán que dice “que con candela y puya hasta el diablo huye”. Ahora que soy pájaro de experiencia me he dado cuenta de la verdad que existe en ciertos refranes, porque el sol no quemaba tanto hasta que se inventaron miles de maquinarias que dañan el medio ambiente con su dióxido de carbono y demás fluidos que acaban con la capa de ozono y la propia vida humana; Sin embargo, como si fuera un teorema de locos, por un lado se enciende la candela y por el otro se fabrica el refrigerador y el aire acondicionado para repeler el calor que el mismo hombre ha provocado.

Nosotras las aves volamos a todas partes y hemos sido fieles admiradoras del campo y nos hemos dado cuenta de que las tierras están solas, que el campesino ha emigrado y al que antes veíamos con un machete en el cinto y un par de botas de goma en los pies, hoy lo hemos visto en la ciudad con una pistola en la cintura y zapatos de “marca” hechos con cuero de cocodrilo, montado en una lujosa yipeta en lugar de un burro o caballo - Dirán ustedes, pero esto es desarrollo,– No señor, esto no es desarrollo, porque este, debe ser social no individual o particular. Por un lado a los pájaros les convendría que dejen el campo solo, pues así volarían de árbol a árbol sin sentir el miedo a la explosión de la escopeta de algún cazador que para acompañar sus víveres vacíos, apuntaría con su cañón hacia un nido de pájaros y así degustar del buen sabor que tiene la carne de aves. Pero si volteáramos la torta, se darían cuenta de que todo en la vida es un riesgo, ya no hay campesinos labrando las tierras, ni cazadores con escopetas; sin embargo, todo esto ha contribuido a nuestra hambre, pues ya tampoco habrá quien siembre los frutos para saciar nuestras necesidades ni quienes espanten a las serpientes come ciguas y demás animales depredadores de aves. ¿Ahora comprendes? esa misma hambre que nos afecta a nosotros los pájaros por la carencia de alimento, es la misma que afecta a los hombres por la falta de oferta del producto, pues la ausencia en el campo de las manos del campesino, lo ha llevado a que él mismo tenga que comprarlo a un precio muy caro en la ciudad, por haberse negado a sembrarlo. Así también pasaría con el obrero cuando se niegue a trabajar, pero más caro aún pagaría la patria, cuando le toque comprar en el extranjero lo que su propia tierra puede producir.

Estos puntos que termino de señalar, no son extraños al hombre, pues este mismo es la piedra angular del desarrollo económico, social, moral y cultural de su propio conglomerado. Hay una frase muy conocida que dice que “como es arriba es abajo” y esto nos hace entender que no sólo se debe  caer en la crítica de los sectores de la alta sociedad, porque entonces se sería muy injusto, ya que el desarrollo de toda nación se completa con el aporte de cada uno de sus habitantes. Hasta nosotros los pájaros que carecemos de manos para el trabajo, damos nuestro gran aporte, cuando trasladamos de un lugar a otro pequeñas semillas, que sin ser sembradas por el hombre, nacen y se desarrollan para brindar su sombra y su fruto; prestamos auxilio al navegante de alta mar para orientarlo de que se está acercando a tierra firme y también al volar agitamos las alas fuertemente para llevar el aire a los árboles y plantas y a las propias sociedades, claro está, que siempre habrá personas, que dependiendo del cargo que ocupen, estarían más comprometidas que otras, por eso nuestra crítica ha sido más drástica con aquel que puede hacer más y no lo hace, porque siempre resultaría el más culpable y por tanto, el responsable casi directo de los derrumbes económicos de los pueblos.

Hace ya cierto tiempo pude comprobar que hasta los perros y gatos que pertenecen a los hogares de la riqueza de cualquier sociedad, son de un tipo de vida muy diferente a los que viven en los callejones de la pobreza.

En aquellas mansiones surgidas del dinero mal habido proveniente del robo y el desfalco o de la práctica de cualquier otro crimen, se ven ocurrir cosas muy extrañas, por ejemplo:- No se asombre si de pronto usted llega a toparse con un perro que en vez de ladrar le hable en siete idiomas o con un gato que en lugar de maullar, te menee el rabo como lo hace el perro o los veas vestidos con ropas muy a la moda y de “marca”, o tal vez luciendo en sus cuellos hermosas cadenas que jamás se compararían con la fantasía oropelada de un fantoche de barrio, por ser fabricadas con sus nombres con oro 24 ks, quizás muy sentaditos al lado de su amo en un ancho y lujoso balcón compartiendo un trago de whisky  etiqueta azul o una copa de vino de aroma francés. Mientras que al otro lado de la sociedad, en lugar de asombrarse, se muera de la risa al ver un grupo de perros y gatos con las costillas afuera peleándose por un hueso pelado que la boca del pobre ha dejado sin sabor. Es decir, que hasta en los animales del rico y del pobre, se puede ver claramente las grandes diferencias sociales. Como pájaro que soy, me ha tocado ver y vivir todas estas escenas y he llegado a entender “que el que roba una vez para curar su hambre, no es un ladrón, sino un héroe por necesidad; pero el que lo hace para aumentar su riqueza, se convierte en un ladrón destructor de su propia nación”. Y esto no es más que a lo que conlleva el derroche o abuso de la economía de un país por parte de sus gobiernos, ministros o funcionarios corruptos, quienes en su afán de riqueza, logran convertirse en destructores de sus propias banderas.

Nosotras las aves, entendemos que habrá circunstancias, en las que se podría estar frente a un delito atenuado de robo, por deberse a razones sociales de un carácter distinto, que no son más que las que nacen de la necesidad apremiante del individuo, en donde del resultado de su no satisfacción dependa su propia vida. Y aún así, no dejaría de ser un reproche social; Sin embargo, los grandes crímenes de robo de la cosa pública, se han visto pasar desapercibidos por las propias autoridades de algunos pueblos, quienes en sus desajustes y falta de equilibrio de la moral han sabido caer de rodillas ante el soborno que le ofrece la propia corrupción. Hace mucho, cuando apenas era un pajarito flaco y desnutrido, siempre se me ocurría la necesidad de querer saber el porqué de las cosas, recuerdo que llegué a faltarle al respeto a mi padre, cuando lo vi tapar el orificio de una pequeña gotera que había en nuestro nido, le pregunté – ¿papá, pero tú estás loco, como vas a tapar una simple gotera que ni siquiera molesta para nada? – El me respondió – ¿pajarraco, si no la tapo ahora que es pequeña, cómo la taparé después de grande, cuando resulte del tamaño de nuestro nido?- Sinceramente que me sentí muy apenado, con aquella respuesta, ya que por mi cabeza de ave, jamás había pasado la idea de que esa gotera tan pequeña, se podría convertir en la destrucción de aquel nido que había sido construido con tanto esfuerzo y sacrificio, el sólo hecho de pensarlo me puso a recordar aquellos días amargos, que aún siendo el pequeñín de la casa, me tocó cargar con varios palitos a cuesta, que por la debilidad de mis flacas “canillas” y de mi débil pico, solían caerse al suelo, situación que motivaba el reproche de mi padre quien siempre me decía “pajarraco de la mierda, tú no sirves para nada”, en realidad yo no sé por qué mi padre siempre lo adivinaba, ya que no fue una ni dos veces que ensucié mi larga cola, pero él nunca se dio cuenta con suficiente certeza, porque el excremento lograba confundirse con el color de mi plumaje. Hoy, siendo un pájaro de pensamiento anciano me he puesto a pensar en los grandes peligros que correría una nación, si no llegara a corregirse a tiempo el desfalco o el robo de tantos funcionarios corruptos y la costumbre asquerosa de ministros y presidentes insensatos, porque si aquellas goteritas les hacían tanto daño a nuestro nido al dejarlas crecer, ¿qué sería entonces de una nación, que por cada paso de gobierno, no llegara a taparse el gran escape económico que podría haber en las goteras ciclónicas que acarrean los políticos corruptos de cualquier Estado? – Ayer para evitar los dolores de cabeza repentinos que provoca el saberlo, me eché a volar por la ciudad y vi una manifestación frente al palacio de justicia, con pancartas en manos escritas con letras grandes que decían NO A LA CORRUPCION ADMINISTRATIVA. Yo pude notar desde lejos que las puertas del edificio estaban cerradas, pero los manifestantes ni siquiera se habían dado cuenta y mucho menos aún de que se trataba de un día domingo, lo que hacía parecer, como si hubieron perdido la noción del tiempo. Me sentí muy conmovido por aquel pueblo, que ya víctima de tantos atropellos, había caído en las sombras del delirio y la inconsciencia. 

No sé si resulte apropiado decir tantas verdades, pero creo que menos apropiado resultaría callarlas y que el silencio me haga cómplice por omisión de aquellas cosas con las que nunca he estado de acuerdo. Soy un pájaro a quien le tocó la suerte de nacer en tierra quisqueyana, por tanto me asiste el derecho de quejarme de tanta injusticia, sobre todo cuando veo muy de cerca los abusos que se cometen contra ciertas sociedades que son gobernadas por hombres corruptos que arrasan con las riquezas de sus países sin importar llevarse por delante el sustento de un niño y la medicina del enfermo.
Es bueno que la gente reconozca, que nosotros los pájaros también somos sus hermanos y que la creación de nuestra vida, nunca fue un accidente de nuestro padre, sino que nos hizo aves con un fin determinado para el cual los hombres no están capacitados. El sentimiento de nosotras las aves, es más sensible que el del ser humano, por eso nuestros ojos nos guardan a la noche la peor pesadilla al reflejar las escenas delincuenciales que cometen los hombres a nuestro alrededor sin que les cause ningún pavor, porque piensan que no los estamos viendo, ni que tampoco sopesamos sus actos. Son cosas que nos dan mucha pena, pero, qué les vamos hacer, todavía el mundo sigue girando con todos nosotros adentro y quizás algún día, no sólo legislen sobre el medio ambiente sino que además nos den la oportunidad de expresarnos y adoptar nuestras leyes y principios, para que de una vez por todas puedan encontrarse con una sociedad libre de todas clases de transgresiones y una patria manejada con plena pulcritud por personas brillantes, honradas y honestas, valga la redundancia, en quien nosotros los pájaros podamos confiar.
Nuestra sociedad es como la de ustedes, porque siempre compartimos todas aquellas cosas que el mundo nos dio como regalo, como son: El aire, el sol, la tierra, mares, montañas y valles. Con lo que nunca hemos estado de acuerdo, es con la corrupción, el crimen y el abuso, cosas que tal vez con un poco de esfuerzo logren superar, ya que no hay nada imposible sobre la tierra, si así se lo propusieran. Lo que pasa es que del hombre se ha perdido “Lo humano” y eso no le agrada a Dios.

Mi Padre siempre me decía que “los libros adultos no son juegos de niños, porque siempre habrá algunas cosas que deberán escribirse totalmente al desnudo para que puedan ser bien entendidas”, Allí pude comprender la razón de algunas frases que hoy he podido leer, como aquella que dijo el escritor colombiano Gabriel García Márquez, en una de sus obras, cuando señaló que “El día que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo”. Como ave de buen sentido crítico, me atrevería señalar, que no existe otra forma de decir la verdad y he llegado a creer que hasta al mismo Dios le gustaría que las cosas se llamen por su verdadero nombre, para que nadie las confunda. Sólo así se podría preguntar, ¿cómo es posible, que una Alcaldía o Ayuntamiento le pague al obrero un sueldo de porquería con menos valor que la propia basura que recoge? Y que el propio alcalde deje de propina en un resort el doble de lo que gana el chofer del camión que bota los desperdicios? Las dos cosas resultan de mal gusto si no se convalidan, por lo menos en esta sociedad de pájaros sumamos el sueldo del peón de un camión con el del director de la institución, lo dividimos entre dos y “les partimos el cheque por mitad”, a sabiendas, de que el director todavía sale ganando, porque ustedes saben que trabaja menos que el peón, pero como son pájaros iguales, lo hacemos con toda equidad. Así hacemos con lo que gana un presidente y el sueldo de un policía y lo que gana un funcionario con el salario del obrero. En fin, si les cuento, no tuvimos que combatir la delincuencia, porque esta nace siempre de la desigualdad y en nuestra sociedad de aves, nadie conoce la injusticia porque usted jamás se va a tropezar con un pájaro anciano empujando una carreta para poder cumplir con la deuda de su estómago, porque parte de los impuestos que cobramos a su juventud se le devuelve con todos sus intereses al momento de su vejez, para que disfrute de los ahorros de gran parte de sus ganancias sin tener que mendigar por las calles ni dormir en la decrépita comodidad de sus aceras, como si fueran seres de otro mundo.
No quisiera terminar este capítulo, sin vaciar en él, uno de los pensamientos del periodista francés Paul Masson, cuando escribió: “Los funcionarios son como los libros de una biblioteca; los situados en los lugares más altos son los más inútiles”. Ojalá que haya sociedades donde sólo sea eso lo que pase. Recuerdo que a mi padre le gustaba mucho leer esta frase en voz alta, pero casi siempre al terminarla se quedaba a la espera de leer algo más, porque pensaba que a Masson, no iba a olvidársele lo más importante por decir. Eso mismo pasaba cuando pronunciaba una de las frases de Voltaire, como aquella que dice: “Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo”, aquí lo vi muchas veces guardar silencio, pero retorcía su pico de tal manera que ya me imaginaba todas las barbaridades que quería decir.
       
Hace varios días, abrí mis alas y eché a volar por toda la ciudad, en compañía de algunos pajaritos, la tarde había ocultado el sol, por el paso de nubes que parecían ser de agua, nosotros comenzamos a cantar desde lo alto y algunos niños que jugaban afuera al escuchar las notas que salía de nuestros picos, se pusieron a cantar al ritmo de una voz unísona “que llueva, que llueva, la virgen de la cueva, los pajaritos cantan arroz con habichuela”. Parece ser que los niños siguen ignorando que esa necesidad, a quien le toca suplirla es al gobierno, como lo son también, la educación, la vivienda, el trabajo, la salud y el deporte pero aquel reclamo nos dice que ningún presidente ha cumplido cabalmente con su parte. Los niños no saben mentir, con razón notamos que sus barrigas pegaban a sus espaldas, esperando que el arroz y la habichuela les bajaran del cielo y no de las manos del gobierno, a través de los mecanismos idóneos, como bien pudiera ser.     







DE LA MORBOSIDAD RADIAL Y TELEVISADA Y SUS CONSECUENCIAS SOCIALES.
El ave no tiene que tener los pantalones bien puestos para decir la verdad, de hecho, nunca los ha usado; pero es bueno que se sepa que debajo de sus plumas existe un pájaro de carne y hueso lleno de hermosos sentimientos, de lo cual ningún hombre sería suficientemente capaz para ponerlo en duda. 
Sé que algún curioso se preguntaría,- Si los pájaros conocen algo de radio y televisión,- A este respecto, creo que sería mejor responderle:- Que el ser humano no debería olvidar que cuando se usó el barco por primera vez, ya las aves volaban sobre su cabeza. Y si llegara a hacer un buen uso de su memoria, tampoco olvidaría que fueron los pájaros, quienes llegaron a inspirarlo en la fabricación de su primer avión por allá por los años de 1900, cuando nos vieron volar con las alas abiertas en el espacio, sin lo cual, jamás le habría surgido la idea de hacer una nave aérea a nuestra semejanza. Sabemos que es mucho decir, pero Dios tenía que descompletar las costillas del pájaro para sacar a la pájara que le serviría de compañera en el hogar y no las del hombre, pues no habrá nada de más confianza en la vida que tener de media naranja a la otra parte de su cuerpo. 
No quisiéramos caer en el campo de la crítica; pero mi padre, que era un pájaro muy respetuoso, antes de irse al más allá me expresó una gran verdad, afirmándome que nosotros los pájaros descubrimos el mundo primero que los seres humanos. Y que fuimos los pioneros de la comunicación y el canto y que también conocimos la televisión en blanco y negro y escuchamos la radio de pila o batería primero que ellos. Siguió diciéndome que el hombre fue hecho un día sexto con el polvo que las aves habían ensuciado y pisado y que para ese día en que fue creado ya los pájaros tenían un día entero de experiencia y sabiduría traídas del día quinto de su creación. También me dijo: que lo que pasó con el hombre, fue que éste usó un poco mas de inteligencia y llegó a pedirle a Dios que los últimos fueran los primeros, para de esta forma arrebatarnos aquellas dos virtudes con las que fuimos premiados por haber llegado al mundo primero que él, sin embargo, gracias a su propio pecado pudimos recuperar las de nuevo.

Nosotros los pájaros, no sólo dividimos con el hombre todas las cosas de buen provecho natural, sino que en ocasiones hasta nos transmitimos las mismas enfermedades, ya que el aire que llega a sus pulmones resulta ser el mismo que nosotros los pájaros terminamos de exhalar y el que más tarde volverá a nuestros bronquios  con los residuos del calor humano. Para colmo al llegar la noche caemos vencidos por el mismo sueño, aunque él en su casa y el pájaro en el nido. En fin, en lo único que no hemos estado de acuerdo es con su forma morbosa de hacer la radio y la televisión ya que sus conductores y propietarios las han descarrilado por el camino espinoso de la inmoralidad, sin darse cuenta quizás de los daños sociales que les causan a los pueblos, cuando los cánones y principios que deben regirlas descansan en el fondo de un zafacón y más aún cuando las propias autoridades mantengan en el baúl del olvido todo un régimen reglamentario que pueda facilitar un mejor funcionamiento en donde su rol de trabajo se haga en apego a un código de ética moral y buenas costumbres.

Los pájaros nunca han vivido ajenos a los diferentes tipos de males sociales que aquejan a las naciones del mundo. Y si llegáramos a invitar al ser humano a que echara un vistazo al pasado reciente, podría darse cuenta con gran facilidad, de la cara de preocupación que ponía el legislador al encontrarse con la figura mefistofélica de la morbosidad radial o televisada. Eran épocas y momentos diferentes, en donde los propios presidentes se sentían seriamente comprometidos con los valores morales de sus pueblos, manteniéndose al asecho de los paquetes musicales de contenido inmoral o cualquier producción de tipo morboso que saliera de la radio o la televisión con alcance o acceso a los niños, niñas y adolecentes, que al ser los seres más vulnerables de toda sociedad, podrían sin lugar a dudas, caer en la trampa maldita de una incitación o estimulación provocada por ciertos sectores, que no piensan mas, sino en su afán de hacerse millonarios, sin importar la suerte que pueda correr la moral y la conducta de un pueblo. Da mucho que pensar cuando vemos el mundo de la inocencia y la ignorancia del niño, atrapado en el salvajismo morboso que sale de algún programa radial o de las escenas picantes y crudas de cualquier medio televisivo. Lo peor del caso es que ni siquiera aparece un apagón brindando su señal de auxilio aunque fuera por el momento.

Es por todo esto, que el pájaro como ser muy cercano al ser humano, lanza su grito de protesta al no sentirse de acuerdo con el actual desempeño de algunos programas de radio enmarcados en llevar al oído del niño o niña ciertos paquetes musicales con muy poca higiene moral. Y vaciar en sus ojos inocentes la morbosidad extrema que revisten sus telenovelas modernas con empuje pornográfico. Y ¡AY! de las películas de “narcos” donde no sólo se promueve su consumo, sino el cielo del éxito al que llegan los que protagonizan su tráfico y comercio.

Ahora que venga alguien a decirme, por el hecho de ser un simple pájaro, que esto es un buen ejemplo para las niñas, niños y la juventud de un país o que quizás contribuya a la sana educación y a una correcta y efectiva orientación de la familia. Si la sociedad llegara a verlo así, a Dios que reparta suerte, pero mi concepto de pájaro, en caso de que la nación llegara a hacerme esas preguntas, las respondería describiendo todas las escenas que guardo en la cámara visual de mis ojos cuando me echo a volar por las calles y avenidas de cualquier ciudad y logro tropezarme cara a pico con todo un accionar donde las drogas y el vicio se abrazan y se aferran con la propia vida, donde muchas veces el día resulta como mejor testigo, y en otras, la propia noche en su temible oscuridad se ocupa de ocultar las huellas de un crimen, donde un juez preocupado moja con sudor la toga y el birrete ante una  sociedad que espera por justicia. Sin embargo, justo al otro día, se ve el resurgir de nuevos tipos de violaciones y diferentes formas de delinquir, que en no raras ocasiones provienen de lo que la misma sociedad le enseña al individuo. Por suerte entre nosotros los pájaros hay abogados prominentes que se han puesto la toga y el birrete con el mismo filin de las que se ponen los jueces de una corte suprema y como pájaros atrevidos han sabido meter su pico con todo y cabeza en los libros de sicología criminal del criminalista alemán Edmund Mezger, quien fuera profesor de la Universidad de Munich, donde han podido aprender que “El individuo es parte integrante y miembro del organismo social; este último es su destino. Pero el delincuente es el hombre a quien ha descarriado el ordenamiento social. Si se razona de un modo consecuente este concepto sociológico del delito, llegando hasta el extremo, concluye en el pensamiento de que Tout le monde est coupable excepté le criminel”. Como ave al fin, que sabe gorjear su poco de francés, podría traducirlo en que “todo el mundo es culpable excepto el criminal.”

Es por esta razón, que hemos querido referirnos con un serio señalamiento a ciertos sectores que no son más que cooperadores, quizás de manera no intencional, de los diferentes tipos de males sociales que han venido sacudiendo a todas las sociedades del mundo en los últimos años. Por eso, no se podría dejar de lado a ciertas instituciones que operan con un alto grado de estimulación al delito y al crimen que sin duda alguna nace y se desarrolla por el mal manejo de los aspectos coyunturales que algunos medios logran tener con cualquier sociedad a la que quizás piensan estarles brindando un buen servicio. Y siendo así, habría que detenerse muy seriamente a hacer un estudio bien detenido de todo este asunto. En muchas partes del mundo no se está pensando en las consecuencias sociales que podrían revestir la radio y la televisión de cualquier nación, con el mal uso del micrófono y de la pantalla chica.

Hay una frase filosófica que dice: “Que nadie puede tener una manzana entera en la mano, después de haberse comido la mitad.” por eso nosotros los pájaros pudimos entender a tiempo de que ningún gobierno, pueblo o conglomerado debe comerse la mitad de su moral, porque sólo le quedaría un pedazo que deberá compartir con toda la sociedad, que en el mas mago de los casos, no alcanzaría ni a pedacitos; pero resultaría peor aún, con la otra parte de la manzana que por el hecho de haber sido ingerida, tendría que correr con la peor suerte de convertirse en el desperdicio social, que mas tarde sólo daría lugar a transformarse en el crimen de robo, atraco, uso y comercio de drogas, violencia y muerte. Imagínense entonces, si a todas estas barbaridades, llegara a sumársele, como parte complementaria, el desenfreno de la poca higiene moral de la radio y la pornografía cruda de los programas de televisión.

No quiero que nadie venga a decirme ahora, que soy un pájaro loco, por decir y pensar las cosas de esta manera; tampoco quiero que me digan que el mundo se está acabando, porque no se los voy a creer, porque cuando Dios se refirió a la destrucción del universo dijo que lo haría con fuego, pero jamás se refirió a que era la morbosidad extrema de la televisión y la poca higiene del lenguaje musical que retumba en algunas emisoras de radio lo que iba a indicar el comienzo de la destrucción del mundo. Pero tampoco es de asustar, como pájaro honesto siempre aprendí que la justicia siempre triunfa y es probable que cualquier día de estos algún presidente se ponga el cinturón bien apretado y como éste es el que sujeta los pantalones,  comience hacer lo que hicimos nosotras las aves quienes también en un tiempo fuimos presa de la transculturación y nos dejábamos llevar por la moda y estilos de otras tierras, haciendo y copiando todo lo que ellos hacían, sin pensar siquiera a qué meta del fracaso nos conduciría: Si a la del desorden o a la de la propia  degeneración social, sólo sabemos decirles que llegamos con tanta rapidez que cuando vinimos a darnos cuenta ya estábamos en el ejercicio pleno de la radio y televisión, tal cual a las de ustedes los humanos, y como impulso infernal de droga, no tuvimos nunca el conocimiento, ni siquiera la simple imaginación, del daño moral que podrían causarles a los pajaritos y pajaritas que estuvieran en sus nidos frente a una pantalla chica o con el oído puesto en la radio esperando alguna información, orientación o entretenimiento. En fin, hicimos una radio y televisión cargadas de paquetes musicales en donde el oído de la plebe quedaba satisfecho. No debemos olvidar que la sociedad se compone de diferentes clases sociales, y que precisamente existen “pájaros mitades” que caminan de espalda a la educación y a la moral, a los que teníamos que aplaudirles y complacerles para que sigan promoviendo la corrupción y el vicio.

Hicimos una televisión arrolladora, donde la pornografía estaba a la orden del día con telenovelas ardientes y crudas, pensando en algunos grupos sociales que no pensaban más que en la perversidad, porque vivían envueltos en el peor de los desgastes sociales.
También les brindamos en su momento las mejores películas de inclinación al narcotráfico, donde se le enseñaba a un público especial, el poder de un cartel,  sus triunfos en el comercio y tráfico de las drogas y sus diferentes formas de consumo. Esto dio lugar al embullo de toda la sociedad, manteniéndola ocupada en un mundo de plebería, para que no tuviera tiempo de pensar en la crisis del país y en los demás problemas sociales, como el hambre, la falta de escuelas, trabajo, deporte y vivienda. Este tipo de conducta social les dio un gran dominio a los pájaros dueños de la radio y la televisión, pues no sólo llegaron a hacerse grandes millonarios; sino a constituirse en un sector de fuerza, donde el presidente pájaro resultaba ser como una ficha o pieza de juego en manos de los grandes empresarios. Era una sociedad donde la propia ley había perdido su fuerza y los reglamentos su aplicación. Tanto así, que los mismos políticos para colocar  sus anuncios de campaña tenían que reconocerles primero el gran derecho de hacer una radio y televisión como ellos quisieran, sin cánones ni reglas. Todas estas fatalidades condujeron al país al nivel que ningún pájaro honrado de la sociedad quería, ya que la propia sociedad se había convertido en la diarrea del crimen y el delito, donde los vicios y la inmoralidad eran la puerta ancha del comportamiento social. Causaba mucha pena ver a los pajaritos y pajaritas con las alas de adultos, cuando en realidad se trataban de simples pichones, pero la droga y el vicio se las creció a destiempo, arrebatándoles su niñez y adolescencia.
Era más bien, como si se tratara del fin del mundo, donde miles de pajaritas volaban de árbol a árbol, con encargos en sus barrigas sin ver llegar su adolescencia. Mientras que otras volaban sin rumbo fijo con pichones debajo de sus alas, a quienes ni siquiera sabían llevarle la comida al pico. Este panorama no describía otra cosa; sino más bien, era como si se tratara de la antesala del mismo infierno.

Este tipo de desconcierto social, permitió que su gobernante despertara de su sueño aletargado y abriera los ojos  más allá de sus pestañas y decidiera tomar medidas de emergencia y dando algunos pasos hacia atrás, con su cara hundida en la preocupación y la vergüenza, pronunció algunas palabras que la propia sociedad nunca ha olvidado. No sé por qué  se refirió dando un ejemplo bíblico, pero sólo sé que dijo: “Cuando moisés arrojó las tablas de la ley al pueblo que dejó a sus espaldas en el fondo de la montaña, creo que antes de hacerlo, debió pedirle excusa primero, por haberse tardado tanto tiempo en llevárselas”. En realidad, cuando escuché aquellas palabras, me di un pellizco para saber si no era delirio mío, pero el fuerte aplauso de la sociedad de pájaros, me trajo la pronta respuesta de que se trataba de una realidad. Luego añadió: “Que si las flores les negaran el néctar a las abejas, estas de todas maneras se las ingeniarían para fabricar su miel.” Esto sí que no lo entendí, pero busqué en los libros de mi padre y pude encontrar la respuesta en el más viejo y arrugado, al que el polvo y el tiempo habían empañado su titulo. Pero sin ir muy lejos pude hallar en su tercera página, una frase que si no llegara a tener ninguna relación con la flor, la abeja y la miel, algo me hizo pensar que aquella era la mejor respuesta, ya que se refería a los presidentes pájaros y a la sociedad de aves cuando decía que “si un presidente pájaro le negaba a la sociedad un gobierno de respeto, ésta podría procurarlo y hacerlo con su propia fuerza”.

Yo nunca había estado en discursos de políticos ni de presidentes, porque casi siempre lo hacen con demagogia y engaños; pero fue la primera vez que algún pájaro político me había dicho la verdad sobre todo cuando terminó diciendo: “Que todo lo que se deja a rienda suelta, en  no raros casos, tendrá como destino las puertas del fracaso”. Refiriéndose esta vez a algunos sectores de la vida social que desarrollaban cierto tipo de patrón de conducta que eran pocos producentes y se manejaban de manera muy extraña frente a la ciudadanía, tanto así, que sólo servían para tragarse el cerebro de los niños y de la adolescencia llevándose de paso también a los del propio adulto que poseyera flaqueza intelectual o espiritual. Cuando los pájaros se fijan en el brote epidémico que provoca la descomposición social de los pueblos y se ponen en la fila de batalla para salvar a la niñez y a la juventud de alguna nación o mejor dicho de las tantas que confrontan los mismos problemas sociales, lo hacen basado en el legítimo derecho que tienen los seres indefensos y vulnerables. Ya que quieren unirse al dicho de “Dios y Hombre”. Y agregarse en el sentido de que se diga “Dios, Hombre y pájaro”. Y siendo así, no faltaría razón entonces, para pensar o mejor dicho preguntar,- ¿Qué pasaría con una sociedad, que por el hecho de ser parte de un modernismo, se deje que las cosas marchen manga por hombro o más bien, de que cada quien haga lo que le venga en ganas, sin someterlo a ningún tipo de ley o reglamento que sancione y regule de manera efectiva el rol que desempeñan los sectores de la vida privada de cualquier país, especialmente cuando esa actividad recaiga de manera directa en llevar el entretenimiento, la cultura, orientación y educación a los miembros de una sociedad, donde la adolescencia y la niñez, son clientitos o figuritas abonados de la radio y la televisión?.- Son en estos casos en los que habría de pensarse aunque fuera por un rato, si en realidad se quisiera hacer o buscar un reencuentro con los verdaderos valores morales de una sociedad, donde la familia no viva con el sobresalto de tropezarse con la pantalla negra de una televisión a color y el lenguaje rancio y morboso de ciertos paquetes musicales de radio y el derrame de sexo que hay en  algunas telenovelas de tachas negativas. Las aves sienten mucho miedo cuando ven al hombre, a la mujer y a toda una familia dando vuelta en un disco con letras de doble sentido, donde el acostumbrado instinto del hombre malicioso le da una traducción acertada y cuando los niños y niñas se deshuesan moviendo sus cuerpecitos ante una música adornada con el lenguaje asqueroso y con muy poco valor lírico; Pero peor aún, es cuando sus propios padres los aplauden en señal de apoyo de que los están haciendo muy bien, sin saber que colocan a sus pies el primer escalón del fracaso.

Los pájaros pudimos corregir a tiempo este mal social fumigando el micrófono de la radio de nuestra sociedad y limpiando la pantalla de la televisión, haciendo una correcta clasificación de sus películas y novelas, porque a decir verdad, ni siquiera la cabeza de algunos adultos están preparadas para ciertas cosas, mucho menos entonces podría estarlo el débil y flaco cerebrito del niño y del adolescente a quienes todavía su conciencia no les ha enseñado ni siquiera a ponerse los zapatos al derecho.

Los pajaritos y pajaritas de nuestra sociedad gozan hoy de la sana risa que les provoca las películas de los tres chiflados y la algarabía se oye reventar en los nidos con las ocurrencias de Cantinflas o los muñequitos del pato Donald y de la pantera rosa.
No fue tarea fácil, el poder reconquistar de nuevo los valores sociales y culturales de nuestro pueblo ya que las cabezas de los pájaros y pájaras adultos de la sociedad, así como las de los pajaritos y pajaritas estaban llenas de la basura inmoral y el morbo, por haber estado ligados por tanto tiempo con el vicio y la inmoralidad ofrecidos por la propia sociedad, quien casi en el grado de la descomposición llegó a creerse que el vicio y las drogas eran tan necesarios como la propia ley, incluso, algunos pájaros trotamundos con cierta afinidad leguleya llegaron a decir: Que para que existiera la ley primero tenía que existir el delito, basándose en el criterio de que ninguna ley tiene necesidad  de existir si el crimen y el delito llegaran a desaparecer.- Yo como pájaro de especie urraca, a quien su padre le enseñó toda una cultura de procedencia costarricense, así como sus leyes, principios y reglas, he estado plenamente convencido  de que cualquier nación del mundo que invierta en la educación y en la buena preparación del individuo, siempre ocupará un lugar, donde el índice de delincuencia estaría muy por debajo que los de cualquier otra sociedad, a tal punto que sus miembros no llegarían tan a menudo a requerir del auxilio de la ley, como pasa en otros países, que se componen mas de agentes policiales que personas civiles y aún así, la delincuencia está a la orden del día. Mi padre que voló por calles, montes y avenidas del territorio costarricense, nunca vio un cuerpo policial en la calle, pero para el asombro de cualquiera, tampoco vio tantos crímenes y delitos, como en otros contornos sociales. Me dijo él, que todo ese dinero que podría caer en los pagos de una nómina de una institución policial, era invertido en el pago de buenos profesores de escuelas y en la implementación de la educación, para la formación y preparación del individuo, como miembro integral de la sociedad. En tal sentido me afirmó, que por cada profesional que la patria prepare, es un delincuente menos en el medio ambiente social, en el más alto de los porcentajes. Son estas las razones que hicieron a la sociedad de aves buscar una verdadera y real radio y televisión, para que les sirvan de complemento al debido respeto y al buen concierto de moral de toda una nación y de cada pájaro y pájara en sentido particular.

Hoy tenemos la mejor radio y gozamos del mejor criterio de moral televisivo, siempre apegado a los cánones y principios acordados en la década de los sesenta en la convención de la Haya de la cual somos miembros acreditados. De esta forma servimos a un conglomerado de aves, contribuyendo con su aprendizaje, enseñándole a través de la radio y demás medios de difusión, la importancia de la educación, la cultura y el deporte, así como su entrega al trabajo y a una creencia religiosa, sin dejar atrás el disfrute de un entretenimiento sano y la buena orientación. Este ambiente en que viven los pájaros quisiéramos ponerlo en las manos de los hombres, conforme les pusimos los primeros “huevos” para su alimentación, que al resultarles tan ricos, se pasan todo el tiempo preguntándose que: ¿“cual fue primero el huevo o la gallina”?, frase de la que sentimos mucho celo, como un día me preguntara el avestruz,- ¿Pero será que el ser humano no nos tiene como aves? Porque también debería preguntarse, que ¿cuál fue primero el huevo o el avestruz?, pero de hacerlo, también tendría que preguntarse “que si la semilla o el árbol” y entonces terminaría sin juicio como pasa con su radio y su televisión. Pero mientras “el hacha va y viene”, mi instinto de ave urraca me aconseja que les preste mis alas a los niños, niñas y adolescentes para que no puedan ser alcanzados con el arma de doble filo de una radio y televisión totalmente dañina y contraria al buen criterio de moral y la salud psíquica de la niñez y la adolescencia de cualquier país del mundo.





DE LA VIOLENCIA DOMESTICA Y DE GENERO; EL MALTRATO Y SU RELACION CON LA HISTORIA.-
Nosotros los pájaros nunca estuvimos de acuerdo con que la mujer fuera sacada de las costillas del hombre, porque siendo así, las cosas nunca iban a marchar muy bien. El hombre es nuestro hermano pero es un ser muy interesado e insensato, ya usted pudo ver lo que pasó con Abel, quien corrió con la suerte de morir de las manos  de su propio hermano. Como aves obedientes nunca quisimos opinar contrario al Dios creador, pero sabíamos que esa bendita costilla le iba a salir muy cara a la mujer, hubiera sido mucho mejor que Dios la hubiese sacado del pájaro, al menos no habría sido objeto de tantos atropellos y maltratos. Aunque mi instinto de ave me dice, que quizás pensó sacarla de las del hombre, para que éste entienda que no se debe levantar las manos contra sí mismo.
Mi padre siempre fue fiel admirador de las mujeres y muchas veces solía decirme, sobre todo cuando mi mamá no estaba en el nido, “que cuando se quiera hablar de las cosas más necesarias de la vida, después del aire, el agua y el sol, habría que referirse a la  mujer, sin la cual ningún pájaro podría vivir, mucho menos el propio hombre, quien no podría alejarse demasiado de la otra parte de su cuerpo”. Aunque para aquel tiempo en que mi padre me dijera esas cosas, mi mente de pajarito no estaba tan desarrollada como para entenderlas con exactitud, pero el sólo hecho de ver a mi madre cocinar y prepararle la comida en la mesa con tanta distinción a un viejuco como mi padre, me dio a comprender de que lo que decía ese viejo canuto, no era más que la pura realidad. Recuerdo  que antes de abandonar el mundo,  supo alargar su tiempo de plática conmigo, como forma sabia de irme preparando para el futuro cercano que traería su ausencia. Siempre fue un pájaro ejemplar que nunca supo tener secretos escondidos. Por eso entiendo ahora, por qué me decía aquellas cosas que eran completamente suyas y discretas. Siendo capaz de decirme una vez, “que si el hombre le hubiera fallado a Dios, negando su costilla para sacar a la mujer, él con mucho gusto se la habría ofrecido y que por muy pájaro que Dios lo hubiera hecho, jamás levantaría la mano contra ella.” Mi padre sí que fue un filósofo soñador, no niego que a veces llegué a sentir celos, ya que mi cabeza de pájaro infantil llegó a pensar que mi padre nunca quiso ser pájaro; sino un hombre. Lo raro fue que nunca lo vi abusar de mi madre, ni siquiera discutir con ella, este patrón de conducta, hizo de mí, que nunca me alejara del criterio de que seguía siendo un pájaro, a pesar de su forma de pensar.
Yo sé que para muchos ha sido de asombros el que apareciera en mi patuscrito un tema como éste; pero frente al alto índice de maltrato y violencia que vive la mujer, no sería bueno para nadie, que la pluma del poeta o del escritor se mantenga en la inercia, ni siquiera para el mismo hombre quien producto de un machismo enfermo no resulta ser el único involucrado en este asunto, sino que habría que buscar en lo más profundo de su persona el factor principal de la causalidad delictiva. Siendo así, los pájaros y pájaras también sienten su preocupación en poner su grano de arena, en procura de contribuir con el bienestar social de los seres humanos, proporcionando un correcto análisis de los fenómenos que dieron origen al fantasma horroroso del maltrato verbal y sicológico y las violencias entre las familias, protagonizado por el hombre “macho.” El abuso y el maltrato a la mujer no son algo nuevo en la sociedad, como quizás algún profano quisiera sostenerlo, sino que es un fenómeno social tan viejo como el tiempo mismo. Por lo que resulta prudente entonces, que cualquier tipo de investigación a este respecto, requiera necesariamente del estudio de la antigua sociedad romana, a quien la propia historia señala como responsable directa de los maltratos, abusos y atropellos al sexo femenino.
Si hiciéramos un breve examen de cada uno de los sistemas jurídicos de la antigüedad, podríamos encontrarnos de manera fácil con el molde machista de la conducta del individuo y el empleo de la fuerza bruta y el maltrato verbal y sicológico de que fuera objeto la mujer de la era primitiva de la sociedad romana. Es verdaderamente allí donde aparecen las primeras huellas de este mal social que de generación en generación ha venido creando la base de la propia conducta del hombre, haciendo de él, en lugar de un ser social, un monstruo social, producto de los usos y costumbres que fueron arrastrados de una antigua Roma, que fue totalmente indolente y despiadada frente al sexo débil de aquella época. Esta situación por la que atravesó la mujer en la sociedad romana, no resultó ajena tampoco, para las mujeres de otras sociedades como Alemania, el pueblo bárbaro y Francia quienes se entrelazaron  con las reglas y costumbres del sistema romano llegando a cometer sus mismos atropellos y abusos. Según la definición dada por ULPIANO, al referirse a los usos y costumbres de los pueblos, se deja a entender que la costumbre es: “El consentimiento tácito del pueblo, inveterado por un largo uso”, lo que quedaría claro, de acuerdo a este concepto, que el modus operandi de cualquier sociedad proporciona al individuo sus mismas características. Por  esta razón vemos a una sociedad bárbara someter al sexo femenino  a diferentes formas de abuso; donde el marido no sólo le daba el peor de los tratos; sino que tenía suficiente autoridad sobre aquellos bienes que eran propios de la mujer, de los cuales podía disponer en cualquier momento o circunstancia. Todos los vejámenes sufridos por la mujer de la sociedad bárbara, también llegó a sufrirlo el sexo débil de la sociedad germánica y francesa, que aunque esta última gozara de un ambiente más liberal, nada evitó de que también entrara en el concurso fatídico del abuso y el maltrato.

El sistema social y político de la antigua sociedad romana no procuró ningún esfuerzo que pudiera facilitarle a la mujer una vida más social y más digna, ya que los propios pretores, con la autoridad de mando que tenían en la antigüedad, siempre legislaban en beneficio del niño “varón” quien corría la suerte inmediata de ser el futuro heredero del trono, dejando con muy poco o casi ningún derecho a los seres del sexo opuesto. Es a lo que todo pájaro de la toga decidió llamarle “un error razonable de un sistema irrazonable”,- razonable en el aspecto de que el niño nacía con el mejor de los reconocimientos otorgados por la ley e irrazonable porque dejaba al sexo contrario sin ningún tipo de concurso social dentro del sistema político”. A través de esta secuencia consuetudinaria  y de las más erradas reglas de derecho se dio paso a la creación de una conducta desequilibrada del individuo, quien a través de sus generaciones ha venido alimentando su comportamiento de manera muy negativa, convirtiéndose cada día en el esclavo de su propio error conductual. Sobre esta base investigativa es que nosotros los pájaros nos hacemos responsables en destacar o afirmar sin temor a equivocarnos, de que desde toda una antigüedad ha existido la violencia y el maltrato doméstico y también de género. Yo sé que algunos pensarán que el pájaro vive metiendo el pico en todo, pero si alguien llegara a creerlo así, entonces le preguntaríamos,- ¿Qué tú comes que adivinas?- Porque en realidad no sólo hundimos el pico en las frutas maduras que proporciona la naturaleza; sino que también lo hacemos con cualquier enciclopedia para sacar sabiduría. Cuando se lee, se es más pacífico  y menos violento; más inteligente y menos bruto. A este respecto también se refirió Emely Dickinson cuando dijo: “Para viajar lejos no hay mejor nave que un buen libro”. Por eso decía mi Padre “que cuando el pájaro mantiene su mente desocupada, cualquier pensamiento idiota puede invadirla por haberla encontrado vacía.” si el hombre llegara a fijarse en nosotros, se diera cuenta de que nos pasamos el día entero cantando, si es que no tenemos nada que hacer, así mantenemos la mente ocupada en algo sin sentir ningún impulso violento hacia nuestras mujeres pájaras, como hacen algunos hombres, que al tener una mente ociosa culpan a sus parejas hasta del pan que falta en la mesa y buscan cualquier “quítame la paja” para arremeter contra ellas. Lo risible de todo es que cuando se les pasa el pique y su idiotez, persiguen corregir su falta a través de un anzuelo preparado con palabras bonitas  que no salen de adentro, sino de “la boca para fuera”, para que la mujer quede ensartada de nuevo en el gancho de la muerte y la desgracia. No es que el pájaro quiera desacreditar al hombre, ni que tampoco sienta algún celo por tener un ser tan dulce y maravilloso como compañera. No, eso no, porque nuestras pájaras tampoco se quedarían atrás. Por lo que en realidad sentimos rabia es por el maltrato y la violencia hacia la pieza más importante del juego y  la más bella del mundo, que sabe perfumar el aire por dónde camina y darle vida a la tierra cuando la pisa. Por tanto, habría que ser muy cruel para no reconocer sus encantos y para no admirar su belleza.

Por tantas cosas bonitas que ella ofrece a la vida, nosotros los pájaros creemos que el hombre entonces nada tiene que exhibir que resulte tan necesario y tan bueno que no sea su mejor y buen comportamiento ante el ser que tenga como pareja. Lo mejor del hombre no es el hombre en sí, sino  las cosas buenas que salgan de él y que sirvan de beneficio a su propia familia y de hecho también a la misma sociedad.

Hay un refrán que dice: Que “a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, por eso las aves no hacen nunca sus nidos en el árbol seco, sino en la mata frondosa para que le sirva de hogar y de sombra, por consiguiente, quisiéramos invitar al hombre, para que busque la sombra del árbol bueno para que lleve el buen ejemplo a su familia y a su propia patria.  ¡Pero creo que me aparté del tema!, por eso mientras los dejo en la sombra del buen árbol, para que ningún critico me caiga encima, déjenme continuar en lo que iba, ya que la historia de los hechos nunca se dice ni se cuenta por mitad. Pues todavía me falta establecer o desarrollar sobre la relación que existía entre la religión antigua y el propio maltrato hacia la mujer.

Hay una frase que dice en el marco filosófico: “Que ser social no es lo que nos hace tener conciencia, sino tener conciencia es lo que nos hace ser social”, son cosas que no quisiera discutir porque soy un pájaro muy respetuoso y reservado, pero he visto muchas veces a la conciencia misma doblegarse ante un interés particular, como pasó con la conciencia religiosa de la sociedad patriarcal. Mi padre siempre fue un pájaro muy bibliófilo y siempre lo vi entrar su pico en el Alcorán de los musulmanes o el Corán como comúnmente suele llamársele, y los libros Avesta de la antigua sociedad persa. Recuerdo que se ponía sus lentes con fondo de botella y comenzaba a leer en voz alta, como para que yo me percatara de lo que estaba leyendo y solía preguntarme que si mis maestros me enseñaban religión,- Y cuando yo le respondía que si, entonces aprovechaba para hacerme su segunda pregunta, - Que si sabía algo sobre la religión y su complicidad con el maltrato y abuso a la mujer, y al responderle,- No Sé - me replicaba diciendo que lo único que no se hacía con la mujer en aquel tiempo era darle un cargo en el sistema político donde tuviera autoridad de mando, pero después se hacía de todo con el sexo femenino,- recuerdo que llegué a preguntarle a mi padre,- ¿pero hasta la propia iglesia? y él respondió enseguida, - eso es poco mi hijo, hasta el propio papa, quien no sólo consentía el abuso y el maltrato contra la mujer de la época primitiva; sino que llegó a creerse que el color negro en los seres humanos era un signo o señal divina de esclavitud, dando lugar a que la raza negra fuera perseguida y esclavizada por el hombre blanco, cometiendo además el peor de los abusos y crímenes vendiendo la gloria celestial a través de una bula papal a un pueblo totalmente inocente e ignorante a quien supo estafar muy bien haciéndole creer que con ella se conseguía la salvación espiritual. Y siguió añadiendo sin hacer pausa alguna, que los patriarcas ejercían su autoridad fuera de todo raciocinio humano, donde el hombre “macho” era el jefe de familia con la facultad no sólo de cometer el peor maltrato contra su pareja, sino que tenía un gran dominio en los bienes propios de la mujer, pudiendo hacer inclusive, todo lo que quisiera o le viniera en gana, sin tener más respuesta que el silencio de la esposa, ya que cualquier desacuerdo quedaba resuelto de inmediato con la correa y el látigo como forma de someterla a la obediencia. En realidad como pájaro adolescente que era, desconocía todas esas cosas, pero en la medida que avancé en mis estudios, fui entendiendo a través de la lectura, que no sólo el sistema y la religión de la antigüedad estaban inmersos en este asunto; sino con más profundidad lo estuvieron algunos tratadistas y pensadores, quienes supieron lucírselas con el lápiz y la pluma, escribiendo en contra el sexo femenino. Para mí fue de gran sorpresa el haberme tropezado con una de las frases de Aristófanes, que dice: “Lo único en el mundo peor que una mujer, es otra”, pues no sabía que habiendo provenido de una familia acomodada de Atenas (Grecia) y siendo además un gran político y escritor de su época, pudiera caer en la turbación mental de pensar de esa manera. Pero peor aún fue el caso de Boavanoir, quien mantuvo el concepto “de que el hombre debía pegarle a la mujer”, eso trajo como consecuencia que la sociedad del siglo XIII arraigara aún más sus costumbres violentas y llevara a cabo con más fuerza sus métodos erróneos, pues llegó a considerar que el maltrato y el abuso contra la mujer eran procedimientos lícitos y prudentes. Esos usos y costumbres, se fueron convirtiendo en reglas y ordenamientos jurídicos que a través de los tiempos se hicieron más contundentes y de más aceptación en la sociedad, ya que trescientos años más tarde aparece la teoría de D’arqentré, quien para el siglo XVI sostenía “que el marido debe contener y castigar a la mujer”, y así sucesivamente siguió proyectándose ese tipo de conducta social, ya que hasta el propio Napoleón, llegó a enfatizarlo con más fuerza, sosteniendo: “que el hombre debía someter a la mujer a la obediencia”. No debemos olvidar que el derecho y la costumbre germánica también penetraron a Francia y siendo así, no se podía esperar otra cosa de parte del emperador Bonaparte. Aunque sabemos bien, que también fue altamente contradictorio, ya que él mismo llegó a escribir que “las batallas contra las mujeres, son las únicas que se ganan huyendo”. Como ave de buen criterio crítico, quisiera preguntarme ¿y a quien le creo? Pero como dice un dicho “que cada hombre lleva sangre de mujer en las venas”, quizás esta pudo haber sido una de las razones para que el emperador francés llegara a pensar en la importancia social del sexo femenino.

Todas estas corrientes consuetudinarias, principios y reglas, no tuvieron un cambio significativo, sino hasta los finales de la década del 1930, específicamente en el 1938 la cual se extendió hasta 1942, cuando el legislador del momento, comenzó a tomar en cuenta algunas reivindicaciones del sexo femenino, las cuales sólo pudieron servir para debilitar un poco el yugo de obediencia al que estaban sometidas.

Todas esas injusticias vividas por el sexo débil a lo largo y ancho de la historia lograron permanecer hasta muy cerca de los años cincuenta, época en que llegó a desvanecer, aunque no de forma remota, ya que muchas de las quejas y querellas presentadas por la mujer resultaban de muy poca atención por parte de las autoridades.

Esa indolencia y falta de conciencia del sistema judicial, obligó al sexo femenino a buscar su auxilio y refugio en su propia resignación y a conformarse con el poco caso que le ofreciera la misma ley. Pues sus querellas se quedaban en un cedazo policial de cuarteles o destacamentos que muchas veces por tratarse de un “pleito de marido y mujer” no le daban la menor importancia, ya que el propio cuerpo policial entendía que el maltrato y la violencia doméstica eran cosas muy pasajeras y bastantes comunes en todo matrimonio. Esta errónea percepción judicial, trajo como consecuencia hasta nuestros días, que muchos abusos y atropellos no salieran de las puertas de los hogares y se quedaran olvidados en los rincones de sus propias casas o viviendas. Sin embargo, en un brusco despertar, hoy se ventila un mundo nuevo, donde la propia mujer, no sólo ha cargado con la suerte de ponerse la toga y el birrete para enfrentar los maltratos, las violencias y demás actos delictivos, sino que ha logrado conquistar una función social de gran relevancia a nivel mundial, donde los primeros en filas para reconocerlo, serian el propio hombre y la misma sociedad.

Sólo hace falta ahora, hablando en un lenguaje universal, que la sociedad pueda salvaguardar la paz y el debido respeto a la integridad física y moral de la mujer, teniendo muy en claro el reconocimiento de sus méritos en el desempeño de su rol de trabajo. Nosotros los pájaros estamos cansados de la violencia intrafamiliar y de género, y de cualesquiera otros tipos de crímenes, sobre todo cuando se comete o se abusa de ese ser con inteligencia natural, que ha sabido darle la vida al propio hombre. No sin antes tenerlo por nueve meses en su vientre y alimentarlo con las mismas cosas que pasan por su boca y estómago y aún mas tarde, no sólo darle la leche dulce que sale de su pecho, sino limpiar también sus desperdicios, como si se tratara del mejor de los perfumes, sin embargo, jamás podríamos ver y valorar la conducta del niño, como la responsable directa de los daños sociales que causa el hombre “adulto”. Como si se tratara de la herencia de los defectos del ser humano. Hay una frase filosófica, muy conocida por el hombre, que dice: “Que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”. Es aquí donde todo pájaro de conciencia urraca, se detiene para examinar estas dos clases de conductas, que sin la necesidad de ir demasiado lejos, nos traería la respuesta en el camino para establecer de manera clara y precisa, que si bien es cierto de que el individuo hereda las enfermedades de sus padres, resulta todavía más cierto de que ni el crimen ni el delito son enfermedades congénitas, sino mas bien enfermedades sociales que el propio individuo como parte integral de la sociedad logra asimilarlas y asociarlas a su propio patrón de conducta. Por tanto, son los desajustes y desequilibrios de cualquier sociedad, los que logran contaminar al individuo, convirtiéndolo en un ser perverso capaz de ensañarse hasta con su propia familia.       


DEL LEGISLADOR PENAL Y LA APLICACIÓN DE LA GRAVE PENA COMO FORMA DE COMBATIR EL DELITO Y EL CRIMEN._
Antes de entrar al desarrollo de este tema tan complicado, quisiera más que nada hacer la exponencia de algunos conceptos jurídico-penal y político- criminal, elaborado por uno de los grandes profesores de derecho criminal de la república de Alemania. Nunca quise que esta pequeña obra llegara a plantearse situaciones muy profundas de esta ciencia, porque quizás, para cualquier lector medio, le resulte un tanto complicado y siendo así, qué sería entonces para aquellos que son simples profanos en la materia?. Pero creo que con un poco de ayuda no habrá ningún obstáculo para llegar a su fácil comprensión. Tal vez podría preguntarse alguien,- ¿pero tú eres ave, entonces por qué debe entenderla y nosotros no?- creo que en algunos de los temas que he desarrollado ya les dije que “los pájaros llegaron al mundo primero que el hombre, quizás esta sea la razón por la que estemos más avanzados, pero tampoco olviden que también les había dicho que en el sistema de aves, hay profesionales del derecho como también los hay entre ustedes, lo que pasa es que me refería al hombre común y ni tan común, porque ahora cualquier persona es abogado por necesidad, para poder defenderse de los abusos que comete la propia ley en contra del ciudadano. Yo como ave puedo decirlo porque he visto a patrullas policiales levantar por los fundillos a cualquier joven infeliz y meterlo a la chirona (cárcel) por uno o dos días, sin causa que lo justifique y tener que quedarse callado porque si hablaba, en seguida le pateaban el trasero, porque actúan no de acuerdo a la constitución, sino a través de su propio código que les dice que “la autoridad es la autoridad” como si tuvieran a un Trujillo montado en su cabeza o a un Balaguer con todo y banda colorá, gobiernos que en determinadas épocas convirtieron a la tierra quisqueyana en un campo de batalla.
Lo más lejos que tiene el ser humano, es que no sabe que las aves conocen más al hombre que éste a sí mismo. Sabemos de sus vicios y sus negocios de cortina, y de sus grandes fechorías. Inclusive, nosotros los pájaros podríamos señalar con cualquier dedo de las patas la ropa que usa y hasta el perfume que se pone y si nos atacan mucho podríamos descubrir el escondite donde está la valija con cualquier dinero sucio. En fin, casi todo lo que circula  a nuestro alrededor es crimen y delito, de arriba para abajo y de abajo para arriba. Lo que pasa es que algunos no logran verlo porque el mundo gira demasiado rápido, y aquellos que lograran darse cuenta por tener su vista fina resultan ser cómplices o tal vez  amigos o compadres del delincuente. ¡Ah, se me olvidaba algo! Y es hacerles la exponencia de algunos de los conceptos del criminalista Mezger, lo que me pasó fue que creía que estaba haciendo un proyecto de ley y como las cámaras siempre los ponen en el fondo para nunca aprobarlo, pensé dejarlo para último, pero la promesa es deuda.
Dice Mezger, refiriéndose a la concepción psicopática del delito que: “no sólo el delincuente habitual incorregible y de tendencia arraigada, sino también, el ocasional, el que delinque una vez en su vida que pudiera decirse accidental o fortuita, puede, en virtud de su acto, permitirnos lanzar miradas en la profundidad de su alma por lo que descubrimos un fondo psicopático, una “reacción anormal frente a los estímulos exteriores”, adecuada a su disposición”.- ¿ ya pudieron ver que no es de difícil comprensión?,- porque si para nosotros los pájaros es así de fácil, qué sería para el cabezón de los humanos. En realidad a las aves les da mucha pena cuando el legislador se muda para un lugar muy distanciado al del terreno eficiente de la práctica del derecho. Las causas del crimen y el delito no están ni se encuentran fuera del delincuente, por eso mi padre, que era un pájaro más abogado que filósofo me dijo en cierto momento que: “El antídoto del crimen y el delito, no está en la ley, sino en la buena preparación moral e intelectual del ser humano”. Siendo así, no vemos la razón entonces, para que un legislador quiera buscar la corrección de un delito con 20 y 30 años de prisión, cuando en verdad podría evitarse, corregirse y regenerarse con una correcta y buena preparación académica y un mejor respaldo y apoyo a los títulos profesionales. El pájaro podría decir sin temor a equivocarse que casi todos los errores de la conducta del ser humano dependen de su poca preparación y del poco apoyo recibido por parte de la sociedad misma. Esto nos lleva a la conclusión de que de nada valdría la aplicación de leyes fuertes para los hombres de una sociedad, con moral débil y mentes vacías.

El legislador, no ha sido realmente consecuente y todo su esfuerzo ha quedado en el consumo sin resultados de la tinte de su pluma y sólo faltaría que en su persona propia se eche a correr detrás de los propios infractores, siendo así, y de no poner mucho cuidado, podría resbalar con el mismo jabón que dejaría caer la propia delincuencia para aumentar su gabela.

 Esta situación de angustia y de grima en que vive la sociedad, obliga ya de forma directa hasta a los propios gobiernos a buscar una mejor salida, que tenga que ver con la variación táctica adecuada tendente a mejorar toda estrategia que pueda brindar una estructura más confiada y mejor adherida a la zapata que conformaría y serviría de sostén a las propias leyes de cualquier país; sin que en ningún momento se pierda de vista las diferentes formas de la aparición del crimen y su verdadera razón causal. No es que el pájaro quiera hacer de esta obra un libro de derecho o de consulta jurídica, no, esa no ha sido la intención, pero por razones lógicas hemos tenido que citar algunos conceptos para poder ubicar al lector en un buen marco de razonamiento. Es adecuado entonces, que si se habla de los diferentes tipos de infracciones, no sería nada bueno que se dejara de examinar, lo que establece uno de los más grandes criminalistas de la sociedad Alemana, dice: EDMUND MEZGER, “que la significación del fenómeno criminal concreto en la vida social se manifiesta en la valoración jurídica del singular caso delictivo” y sigue añadiendo “lo que esperamos del futuro es una amplia fenomenología de tipos jurídico-penales que permitan el conocimiento del total circulo de las formas de cada delito concreto, para poder determinar de esta suerte de un modo exacto el marco penal necesario para el delito en cuestión”. Esta tesis sostenida por MEZGER, no nace como criterio aislado de la ciencia, pues ha sido confirmado también por otros grandes del derecho, como lo son CAST y EYRICH, quienes juntos a MEZGER, tuvieron mucho que ver con la conformación del Código Penal del REICH, de la república de Alemania.

Ningún Estado puede pensar que un conjunto de reglas y leyes, componen la varita mágica para hacer desaparecer la delincuencia, pues primero se requeriría de un estudio bien detenido de su origen y causa, y esto es lo que se quiere dejar en claro, cuando hacemos la exponencia de esta gran figura del derecho Alemán. Con razón se preguntó José Saramago ¿”Qué clase de mundo es éste que puede mandar maquinarias a Marte y no hace nada para detener el asesinato del ser humano”?, por eso he llegado a creer que Aristóteles siempre estuvo sobrado de  razón cuando dijo: que “un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por buenas leyes”. Para cualquier pájaro esto querría decir que ninguna ley es tan necesaria, cuando se tiene a los hombres como buenos. También puede traducirse en que el furgón o almacén de  leyes que hace el legislador, no es lo que exactamente contribuiría a la desaparición de este fenómeno social. Pues todos sabemos que cuando el hombre nace y de quedarse así, ningún país necesitaría de ninguna ley. Esto explica entonces, de que es la propia sociedad que en el camino de su desarrollo y crecimiento lo adecúa, moldea y prepara para el bien o para el mal. Claro está, que si los pueblos no se empeñan en fortalecer la conciencia del individuo ofreciendo un mejor apoyo a la educación y al fortalecimiento de los buenos valores sociales, debían entonces prepararse para enfrentar sus consecuencias.-Pero bueno, no quisiera cooperar con el bostezo y el cansancio del lector, hablándole de lo que quizás ya sabe, creo que sería mejor que les cuente de los mecanismos que hay en la sociedad de pájaros y qué lograron hacer para erradicar la polilla que predominaba en la cabeza de cada ave, como miembro de una sociedad corrompida; de sus instituciones y hasta la que salía de la propia silla de gobierno.

Decía mi padre, que el país que permita que la delincuencia haga sus raíces a lo largo y ancho de la sociedad, ya no sería nación; sino un pedazo de tierra sembrado de bacterias por todas partes. Por esta razón, nosotros los pájaros, aunque sabemos que no existe una sociedad perfecta sobre la tierra, al menos hemos procurado parecernos un poco a ella. 
 No olviden nunca que por culpa del pecado cometido por  el ser humano, fue que el pájaro tuvo que ponerse las plumas. Pero el burro se amarra donde Dios lo ordene y si por culpa del hombre también fuimos pecadores, lo mejor que podemos hacer, en lugar de llevarle la contraria al creador, es esperar con paciencia el surgimiento de la otra vida. Eso sí, al hombre que se prepare, porque ya las aves nos pusimos de acuerdo para que el primer pájaro que resucite le meta el pico a la primera manzana que vea, al menos así estaremos a  mano con él. El pájaro no es rencoroso pero la ley sí que lo es, y como hay una que dice “ojo por ojo y diente por diente”, no estaría demás que se aplique en la otra vida para que sea el mismo Dios quien nos ponga la manzana en el pico y así desquitarnos lo que el delincuente de Adán nos hizo. Pero nada, déjenme hablarles “claro y pelao” de las cosas que tuvimos que hacer en nuestra sociedad para sacar la delincuencia de las instituciones del Estado.

En la sociedad de aves existía una institución policial, compuesta por obreros del orden ideada en escala ascendente desde un simple raso hasta el grado de general. La que se ocupaba de garantizar el libre tránsito de los ciudadanos pájaros y pájaras, sin que fueran objeto de obstáculos algunos y enfrentar cualquier acción negativa que pudiera afectar la paz y la tranquilidad social, así como corresponderse con el buen servicio de la seguridad y el respaldo al comercio y a cualquier otro sector empresarial dedicado a actividades licitas. Siendo totalmente contundente con la delincuencia en el desarrollo de actividades insanas y perjudiciales a la sociedad.

La nación llegó a confiar plenamente en esa institución a la que el propio gobierno llegó a condecorar por buenos meritos y con grandes reconocimientos, sin embargo, a través de las diferentes quejas y el grito de auxilio de la sociedad de pájaros, nuestra patria pudo dar con el mismo embrión de la criminalidad, pues en medio del palacio del orden se encontraba el gran desorden de muchos pájaros armados que procuraban el completivo de sus angostos sueldos con el macuteo y la falta de honradez, sin importar caer en la desvergüenza y en la bajeza moral. Pero lo más grave y peor aún, fue llegar a la comprobación de que varios oficiales hasta con el grado de general, sin pensar siquiera en la patria y en su propia vergüenza, cayeron de cabeza en lo más profundo de la delincuencia, usando la institución como un pasaporte para tapar sus fechorías y facilitar un mejor alcance al negocio sucio de las drogas. Fue la primera vez que vi ocurrir algo insólito en la institución, ya que la sociedad de pájaros, llegó a pedirle al gobierno que a los generales corruptos los descendieran a rasos de policía sin disfrute de sueldo y a los pájaros rasos pero honestos, los ascendieran al cargo de generales. Sabemos que fue un gran error del ordenamiento social, sobre todo del pájaro presidente, el llegar a creerse que la comida de un pájaro policía, la educación de sus hijos, las medicinas y demás necesidades sociales, podían suplirlas con el pago de un salario de miseria. Con esto no es que quiera justificar el robo, el atraco o cualesquiera otros delitos, porque la moral de un pájaro debe de estar siempre por encima de toda necesidad, aún cuando sea la más imperiosa de todas, pero también ha de entenderse, si algo de humano tenemos, que si de lo resistible a lo irresistible sólo hay un salto, también lo hay del orden al desorden y nadie podría pasar un día de hambre, si lograra resolverlo con sólo tender su mano. Por esta razón, en cualquier sociedad del mundo, donde no se valore y se mida con la misma balanza las necesidades del individuo, siempre aparecerá el delito como resultado de la propia injusticia. Son cosas en las que tal vez no pensaría ningún legislador al sentirse con la barriga llena y los bolsillos abultados, pero al menos quedarían como lentes a sus ojos, y puedan llevarlo a un atinado razonamiento, de que no es la gravedad de la pena ni la fabricación de leyes, las que contribuirían a la desaparición de la delincuencia, sino mas bien, cuando se tenga por entendido, dónde y en qué consisten sus verdaderas causas sociales y las razones que la motivaron, sin que en ningún caso, llegara a dejarse en el descuido sin procurar su solución inmediata.

Aristóteles, llegó a pronunciarse muchas veces sobre este particular cuando dijo: Que “el que posee las nociones mas exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier ciencia”. Por esta razón entendemos, que si se quiere en verdad dar al traste con el quebrantamiento del crimen, que no sería bueno para nada enfrentarlos con la aplicación de la grave pena y mucho menos con el uso de las balas y el gatillo de un revólver o el cañón del mejor fusil. Pues cualquier Estado, recibiría una mejor cosecha de la sociedad, si en lugar de un fatal desempleo y un sueldo de miseria, lograra ofrecerle al individuo las garantías del pan familiar, ofertando a través de una política sana y bien administrada, el pago del sudor salino del profesional y del obrero con un salario justo y razonable, con el que puedan adecentar sus vidas. 

El pájaro no piensa con el pico, ni escarba con las patas, para atrapar a un gusano como lo hacen las gallinas. Por eso pudimos entender las verdaderas necesidades de los pájaros del orden, poniendo un buen sueldo como una buena valoración para un trabajo difícil, como lo es el de todo pájaro policía. Cuestión de que cubran las necesidades de sus familias sin que tengan que verse en la obligación de pasar del orden al desorden. Porque si estas cosas llegaron a ocurrir en una institución donde las balas y pistolas no eran más que simples juguetes o de mentira, ¿qué pasaría entonces en aquellas instituciones, donde sus armas están hechas de hierro, cobre y pólvora y peor aún, cuando el que las use, sea una persona con muy poca preparación académica?. En nuestra sociedad, pudimos examinar al delincuente y a quienes hacían las leyes, y resultó más fácil y menos costoso quedarnos con el delincuente y reformarlo, que pagarles todo el dinero del mundo a los legisladores por hacer casi nada, ya que se reunían cuando les daba la gana y aprobaban las leyes que ellos querían, pues aunque usted no lo crea quien hace la propia ley también la delinque y muchas veces hasta con más fuerza que el común delincuente, porque siempre vive apoyado en ella.

Lo peor del caso, era que la sociedad no podía elegir a un legislador honrado y serio, pues las propias leyes mantenían al pueblo condicionado para que tenga obligatoriamente que sacarlo del atolladero político. Y siendo así, por más que lo quisiera, jamás se encontraría con un legislador honesto. Estas irregularidades, en sus diferentes causas, tanto en la una como en la otra, hizo que algunos pájaros altamente letrados acudieran a poner en práctica el concepto bíblico que dice: “Que si tu brazo derecho no te sirve, córtalo”. Fue entonces cuando la población de pájaros entendió que era mejor vivir sin ningún congreso, que permanecer confiados en un grupo de pájaros come patria, que practicaban sus mañas en sesiones separadas, donde la cámara alta no se daba cuenta de lo que se hacía en la cámara baja y ni ésta de lo que ocurría en la cámara alta. De esta forma se compartían el botín con el mejor de los respetos emanados de toda discreción. Ya que a ellos les gustaba hacer las cosas donde todo esté junto pero no reburujado, así se le sacaba mejor provecho, sin que la sociedad de pájaros tuviera que percatarse de nada. Tal vez ignoraban “que nada está oculto sobre la tierra” y esto los hizo caer en el anzuelo que la propia nación de aves había colocado debajo de sus zapatos, para que cuando se juntaran a sesionar en procura de la aprobación de un jugoso contrato con alguna firma extranjera, poder agarrarlos con las manos en la masa. En verdad somos pájaros pero no “pendejos” y aunque usted no lo crea, el pájaro no tiene que aplicar un detector de mentiras para descubrir el crimen y el delito de ninguna institución de la sociedad de pájaros, porque si un ave no era ni siquiera chofer cuando ocupó el cargo, entonces no podía salir manejando de las instituciones ni siquiera la peor de las carretas, sin que tenga que dar cuenta exacta de cómo la consiguió. En fin, lo beneficioso que resultó al pueblo, no fue el quedarse sólo sin congreso, sino que al cabo de un año pudieron hacerse miles de escuela en lugares donde habían pajaritos y pajaritas que no conocían el sabor del pan de la enseñanza ya que el presupuesto se iba en el aumento de sueldo que se hacían los propios legisladores.
Esto nos llevó a poner a funcionar a la propia duda, para sacarle los mejores beneficios, pues algo nos hizo creer que si esas cosas se daban en un congreso donde estaba la maquinaria que hacía las leyes del país, ¿qué pasaría o llegaría a ocurrir en aquellas instituciones que trabajaban sin ningún tipo de supervisión o vigilancia por parte del Estado?. Esta situación provocó a que la sociedad de aves llegara a dudar de todo el mundo, por tal razón decidió hacer los nombramientos de algunos inspectores pájaros para que se encargaran de supervisar el trabajo que hiciera cada institución en particular, comenzando por el ministerio de educación. Fue así como se pudo descubrir de que algunos profesores pájaros cobraban un derecho de examen a los alumnos, no sé de dónde carajo habrá sacado un maestro, que para que un alumno pueda examinar una materia de la docencia que ha recibido durante el año escolar, tenga que pagar un derecho a examen en dinero metálico, cuando este es un derecho legítimo y gratuito que no está sujeto a impuestos de ninguna índole, sobre todo cuando se trate de aquellas escuelas que encajen con el cálculo presupuestario de una nación. Con razón muchos de los pajaritos y pajaritas se veían en la clara necesidad de abandonar las aulas y otros con mentes más perseverantes se daban a la tarea de buscar trabajo en la casa de la delincuencia para poder pagar el derecho a la educación. En realidad, no fue poca la repugnancia que sentimos frente a ciertos profesores sobre quienes recayeran las responsabilidades de estas malas prácticas. Pero luego de pensarlo bien, llegamos a la conclusión de que la remuneración que recibían por cada tanda de trabajo, era muy ínfima, y el pueblo que no quiera a un profesional corrupto, debe pagarle lo justo y lo correcto, sobre todo cuando la propia canasta familiar de algún país determinado esté cuatro veces por encima del sueldo devengado por sus trabajadores, pero como lo malo no justifica lo bueno, se les dieron las amonestaciones debidas, dejándolos en sus respectivos puestos, pero completando el faltante de sus salarios, porque por más honesto y honrado que fuera un pájaro, la sociedad tendría que reconocer que frente a cualquier necesidad imperante, su conciencia podría flaquear y dejarse llevar de la provocación tácita motivada por el propio Estado. 
El pájaro es un ave consciente, por esa razón reconoce que ningún maestro se encontraría en el aula, cuando tenga su mente en el nido, pensando en la comida de sus pichones, por estas circunstancias caímos en el entendimiento de que cualquier infractor merece una oportunidad, pues quien sabe si éste resultaría después como el mejor de los presidentes de cualquier nación.

Decía un maestro de la filosofía griega que “La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”.
Estos casos nos dieron a entender, sin dar lugar a ningún dolor de cabeza, de que de nada serviría tener el conocimiento de las cosas, si no se tiene la destreza para llevarlo a la práctica, pues la simple teoría, no pasa de serlo, no hasta que se haga lo que no se ha hecho; sino cuando se haga lo debido y lo correcto, y digo esto, porque no quisiera pasar por alto algunas cosas, que si lograran verse desde un plano diferente, cualquiera las podría catalogar como cosas sin ningún tipo de importancia social, sin embargo, podrían convertirse en un dolor de cabeza para cualquier sociedad. No se debe olvidar que la peste mundial de la delincuencia avanza en todas direcciones.
Tampoco quisiera agotar el tema, sin dejar de referirme a algunas cosas, que la sociedad, por razones nacidas no sé si del propio comercio, ha caído en la celebración de un día “de reyes magos” en donde se le falla a la comida de un niño, para “ponerle” una pistola de juguete y de resultar ser niña, entonces se le dejan de reyes una muñeca o un juego de cocina.

Excúsenme, por haberles vaciado tantos pensamientos y frases célebres en un libro tan pequeño, pero debido a las circunstancias, me he visto en la obligación de citar algunos que puedan dejar en claro cualquier duda en la mente del lector, por esta razón debo referirme a uno de los grandes filósofos de la historia, como es el caso de Aristóteles, cuando dijo “adquirir desde jóvenes tales cuales hábitos no tiene poca importancia. Tiene una importancia absoluta”, de esta forma también llegó a pensar Demóstenes, un prominente orador y estadista griego, quien escribió que “El alma se amolda a la costumbre, y se piensa como se vive”. Entonces yo no sé como lo vería algún sicólogo hombre o mujer, si bueno o malo, el que los padres les pongan pistolas a sus hijos en un día de reyes, cuando se tiene por delante a una sociedad totalmente violenta y agresiva, que les proporciona todos los medios para llegar al terreno del delito y el crimen. Pero peor aún, sería “ponerle” a una  niña, una muñeca que casi siempre funcionan con cuerda o baterías con ciertos grabados que suelen llamarle a una niña, mamá y gritarle por otras cosas a la que hay que atenderle haciendo el mismo gesto de cómo si fuera una madre adulta.

A veces ni siquiera sé adónde está la cabeza de un padre que coopere con el primer empujón de un hijo o hija hacia el plano de la desgracia. Al menos los pájaros sabemos dónde está la nuestra, por eso Santa Claus, nunca ha pasado por nuestra sociedad después de su primera visita, porque lo único que cargaba encima eran pistolas, muñecas y jueguitos de cocina y los pajaritos y pajaritas de nuestra sociedad querían lápices y cuadernos o algunas pizarritas con sus barras de tizas. En fin, se comprometió a volver; pero parece que en su comercio no fabrican ni lápiz ni mascotas o ni siquiera el simple cuaderno. Pues con tanta perversidad que hay en la sociedad de cualquier país o nación, un arma, aunque sea “de juguete”, resulta demasiado buena para un niño y más aún cuando ve a los policías inconscientes enseñando y manipulando las suyas en cualquier esquina, o soltando tiros al aire, porque el gobierno se los da gratuitos.
Para los pájaros el “día de Reyes” es cuando los pajaritos y pajaritas van temprano a las escuelas y les ponen un cien en sus tareas, cosa que aprovecha cada pájaro para invitarlo a la heladería y comprarle un buen helado “de Reyes”. Hay muchas formas de diversión sana, que no entorpecen ni la mente ni la conducta de los pajaritos, como son los parques de diversión, el jardín Botánico y el zoológico o los paseítos a los ríos y a las playas, yo creo, que si no estoy equivocado o si algún pájaro loco que prive de sicólogo no dice otra cosa, que es la mejor forma de diversión, sin que se tenga que poner en las manos del niño o niña, algunos juguetes de carácter insinuativo, que no hacen más que llevarlos a la previa imaginación de ciertas prácticas que son propias de un mundo completamente adulto,  situación que alteraría su tenue forma de pensar. Pero una cosa piensa el burro y otra piensa el pájaro, No quiero que vayan a creer que le estoy diciendo burro al hombre, porque siendo así, me lo estaría diciendo a mí mismo, no olviden que el hombre es el hermano menor de las aves, por haber nacido en el último parto de la creación, pero como están las cosas y en el rumbo en que van en esa sociedad, lo mejor sería para el bien de todos “ponerse un bozal como frenillo”.






DEL HOGAR COMO PRIMERA ESCUELA Y LA FALTA DE RESPONSABILIDAD PATERNA.-
Este es un tema al que tal vez, por la apariencia sencilla que reviste, no sea objeto de llamar la atención de todo un público, pero si les tocara hacer un profundo y correcto análisis, podrían encontrarse con que las causas de algunos trastornos sociales de la conducta del individuo, son debidas a la falta de responsabilidad en el hogar de padres y madres como verdaderos jefes de la familia. Sabemos bien claro, que existen fenómenos sociales que la propia sociedad le transmite al individuo, pero, se es más proclive al contagio, cuando se traen ciertas debilidades de los hogares paternos, y hablando en este sentido, no habría más culpables que aquellas personas sobre quienes recaen la obligación de darles los mejores ejemplos de moral y buena conducta.

Las sociedades modernas viven al asecho de su peor enemigo caracterizado en los propios avances tecnológicos, sin embargo, es a los que todo padre o madre viven más confiados.
Estas sociedades, compuestas también por padres modernos, no son más que hasta cierto punto, las causas sociales del delito y el crimen dado al descontrol y mal manejo de las riendas del hogar y los buenos valores de tipo social y moral.

Soy un pájaro de sangre urraca, a quien le ha tocado vivir y compartir con todos los seres de la creación. Pero de todos ellos, ha sido del hombre de quien me he llevado las más grandes sorpresas de la vida y de quien he podido palpar las  cosas más raras, extrañas y crueles. Nosotras las aves hemos visto de todo, pero del hombre sólo guardamos las malas experiencias. Da pena ver un mundo de jovencitos y jovencitas graduarse de padres y madres antes de ser siquiera bachilleres y peor aún sin haber conocido la puerta de una escuela. Son cosas  con las que el pájaro jamás estaría de acuerdo, pues en su sociedad  ninguna pajarita o pajarito puede aparearse   sin cumplir primero con los requisitos que le exige la patria, ya que primero tienen que ser pájaros o pájaras bien realizados, pues la patria no se compromete a mantener a ningún pájaro bandido que ni siquiera conozca su himno nacional  ni los colores de su bandera. Para las aves es una vergüenza y falta de respeto a la patria cuando se tenga pichones sin tener la menor conciencia de lo que significa ser el jefe de un hogar familiar o del papel y rol a jugar así como también la suficiente evidencia moral de sus actos. El único dolor de cabeza que Dios supo dar a los pájaros fue ponerlos a compartir un mundo con hombres indolentes, crueles y bandidos.
Los seres humanos, si bien es cierto que tienen un gran conocimiento en los avances de la ciencia, no dejan en cierto grado, de ser personas a quienes la ignorancia no los ha abandonado por completo. Pues a diario su aparente inteligencia se ve atrapada en la creencia de seres extraterrestres que desde cierto ángulo del globo o del espacio celeste, se mantienen en vigilancia de lo que hace o deja de hacer el ser humano; Sin embargo, quizás no sean seres extraterrestres quienes los estén vigilando, sino el propio mundo en sus diferentes especies. Tal vez el hombre no sepa ni ha pasado por su imaginación, que nosotros los pájaros somos el espejo de su vana creencia y cuando nos acercamos a sus hogares lo hacemos no sólo para saciar el deseo de probar la comida con sal que preparan en sus fogones, sino que de paso, nos echamos un vistazo en los adentros de sus hogares para percatarnos del más mínimo detalle de lo que son capaces de hacer y dejar de hacer.
No han sido ni una ni dos veces en las que sus escenas crueles han llegado a mojar de lagrimas a nuestros ojos, cuando vemos al niño o la niña de un padre o madre indolente irse a la escuela con el estómago vacío, con un cuadernito en manos sin hojas limpias, un “cabito” de lápiz y unos zapatitos con agujeros en sus suelitas, sin embargo, en esos hogares donde el hambre rebosa por el techo y agrietan sus paredes, se exhiben las pantallas planas de costosos televisores a color, para complacer su ego fantasioso y parejero, y sentirse a gusto con la propia vanidad o tal vez, para estar a la mano con el que hay en la casa de Don Juan o en la de Don Pedro.

Mi padre nunca fue un pájaro vanidoso, El decía que los pichones sólo tienen tres funciones en el hogar que son estudiar, comer y dormir. Tal vez por eso  nunca lo vi llegar al nido cargado de fantasías, por no cambiar la comida de sus hijos por un aparato que siempre termina quitándole el tiempo a los oficios del hogar y hasta al propio trabajo.
El pájaro ha entrado a ciertos hogares en donde el arroz y la habichuela nunca han hecho química con la carne de res y de pescado o cualquier otro nutriente de un buen potencial alimentario y la leche siempre ha resultado incolora, insípida e inodora, por tratarse de la misma agua  y en donde se discute con los hijos,  por el hecho de decirles a sus padres que les compren un lápiz que el otro ya se le acabó o que los zapatos les quedan muy apretados o que ya se les rompieron, sin embargo, lo que podría corresponderse con esas necesidades, se pierde casi siempre en las apuestas del vicio y el juego. Con razón la sociedad les construye “bancas de apuestas” y “oscuras discotecas” en cada esquina de calle para atrapar las monedas surgidas de los bolsillos de personas con mentes débiles y vacías, capaces de lanzar al desperdicio lo que podría servir para satisfacer las urgentes necesidades del hogar. En el fondo, es como si se tratara de tirar una moneda a la suerte de cara o escudo donde en uno de sus lados se encuentra la cara del vicio y la corrupción y del otro, el escudo que representaría la solución a las reales necesidades del niño y el que casi siempre, por casualidad del destino, se ve caer “bocabajo”, como si el mismo diablo se interpusiera para que estos fenómenos sociales sigan apagando el brillo de la moral y la educación.
        
En nuestro mundo de aves, las cosas son muy diferentes, pues no sólo somos padres del pichón o la pichona, sino su mejor amigo y maestro a los que jamás perdemos de vista, brindándoles nuestro mejor apoyo. 
Las aves, no sólo han llegado a presenciar todas estas cosas, sino que al meter el pico en el hogar y en la propia conciencia del hombre o mujer, como padre y madre modernos, hemos llegado a la conclusión de que a esos jefes del hogar se les ha estado yendo de las manos el verdadero y real control que debería tenerse con relación a los hijos e hijas. Así como el mantenimiento de una estrecha y razonada vigilancia en el despliegue de sus actividades sociales.

Por espacio de algunas tres décadas, nosotros hemos venido observando que los seres humanos, en función y calidad de padres han descuidado por completo el buen desempeño de su rol, como cabeza responsable de las familias, dejando las riendas del hogar a su propia suerte, los que los hace responsables directos de los errores y deslices cometidos a temprana edad por sus hijos e hijas, quienes por falta del calor moral, no han tenido más salida que las de entregarse al vicio y al crimen.

Hace algunos años la educación hogareña tenía una gran percusión social, ya que los papás, como eje central de la familia, no sólo ejercían el papel de padres, sino también el de buenos maestros. Esto hacía que los niños y niñas se sintieran seguros y confiados, y de paso, mucho más responsables y de mas rendimiento en sus labores escolares. Esto explica, si la mente de sicólogo no me falla, de que estas criaturas, al ser seres de una conciencia totalmente ignorante e inocente, no bastaba con que el padre o la madre les brindaran el alimento o los complacieran en sus mejores gustos; sino que aparte de todo, también resultaba necesario el buen apoyo moral, el amor y el cariño. No debemos olvidar que los niños son “simples personitas” que saben verse en el peor de los apuros, sintiéndose atrapados por los compromisos de tareas escolares y que al sentirse sin ningún tipo de ayuda de parte de sus mayores, podrían desencadenar en un desequilibrio emocional que afectaría no sólo sus mentes, sino además su conciencia y espíritu. Si supiéramos valorar estas cosas, ningún padre entonces pondría en riesgo la salud de un hijo o hija por algo tan simple. Pues hay muchos que ni siquiera se empeñan en saber cómo anda el comportamiento de sus hijos en las escuelas y mucho menos qué está pasando con el poco rendimiento de sus labores escolares.

Mis ojos de pájaro no saben ver otra cosa, sino a miles de hogares que viven sin ningún tipo de planificación, viviendo o llevando una vida de un sexo abierto, sin importar las consecuencias o el inesperado desenlace de llegar a tener lo que nunca se ha querido tener. Con razón hay tantos niños perdidos por las calles del vicio y la corrupción.
Los pájaros no saben mentir, por eso invitaríamos al primer incrédulo o dudoso a que transite por las calles de cualquier ciudad, para que no sea el último en darse cuenta de las escenas crueles que el ave ha sabido ver con sus propios ojos. Hay niños que viven sin hogares y sin escuelas, deambulando de arriba para abajo como seres de otro mundo, sin embargo, detrás de todo esto siempre habrá parejas irresponsables ya que ningún ser sobre la tierra aparece por arte de magia.

Nosotros los pájaros, sabemos de algunos padres que no sólo les niegan el lápiz y el cuaderno a sus hijos, sino el propio derecho a la educación, ya que sólo tienen hijos para convertirlos en “obreritos busca panes “lanzándolos a las calles con limpiabotas en sus hombros con el cruel propósito de que les regresen más tarde las monedas sucias con que comprarían el arroz y el aceite que llenarían los estómagos de dos personas indolentes que esperan por él, aparte de las barrigas del perro y el gato que adoptaron sus padres. Mi viejo fue un pájaro que nunca se apoyó en sus pichones para estas cosas tan crueles, su eslogan era “menos fantasía, más comida y buena educación”   quizás por eso siempre que le pagaban en el trabajo, antes de hacer cualquiera otra cosa, lo primero que se echaba al hombro era un saco de semillas para asegurar la comida del mes de sus pichones. Él decía que en un nido nunca debía faltar la comida, porque el peor desorden siempre lo ocasiona el hambre. Mi padre siempre pensaba en todo, él también decía que el poco rendimiento de un pajarito en la escuela se debía más a la falta de alimento que a cualquiera otra cosa.
Mis viejos no fueron papás solamente, sino también mis mejores maestros. A veces cuando me preguntaban qué cuál era mi maestro,- yo les respondía.- qué cuál de los tres?, si el de la escuela o los dos del nido.- Esto les causaba risas, pues no llegaban a entender cómo un pajarito tan pobre lograra tener tres profesores a su disposición donde dos de ellos fueran a domicilio, porque lo más lejos que tenían, era de que aquellos dos buenos maestros de los que les hablara, pudieran ser mis propios padres.

Lo bueno de todo, era la preocupación de ellos, pues siempre estuvieron pendientes de la hora de salida de la escuela y de la hora de llegada al nido, ya que ellos entendían que el peligro siempre asechaba cuando se estuviera fuera del hogar, sobre todo en el trayecto que había del nido a la escuela por las trampas y los engaños que ofrece la propia vida.- Estas fueron las últimas palabras que pronunciara aquel pájaro de pico puntiagudo, que a pesar de haberse tratado de un documento con amplio contenido, me pareció como el más corto de los discursos, pues quizás la forma llana y sencilla de su expresión, me resultaron como la mejor anestesia para obviar el cansancio y mantenerme en una sola atención ante la visita inesperada de un ave tricolor y una tarde lluviosa y fresca que quedaron grabadas en la imaginación creativa del alma de un poeta.
   
Tal vez las cosas que este pájaro terminaba de leer, puedan ser poco creíbles  para algunos y quizás de mucha importancia para otros; pero si al menos los presidentes, ministros, legisladores, los cuerpos policiales, empresarios de radio y televisión, los padres y las madres y la propia sociedad en sentido general, lograran echarles aunque fuera un vistazo, podrían encontrar en él, la forma razonada de un mejor comportamiento que podría resultar de mucha utilidad para cualquier sociedad.

No creo que se pierda nada con intentarlo, ya que lo único malo que nos podría causar no sería más que dejarnos justo en la puerta de la buena reflexión y del buen razonamiento, donde funcione la paz social, la armonía y el bienestar general de los pueblos. 
Al terminar por completo su lectura, noté a un pájaro extenuado, pues había leído bastante sin tomar un pequeño respiro que le permitiera descansar.- Se echó a volar, no sin antes levantar una de sus patas en señal de despedida, la que estreché con mi mano derecha dándole un gran apretón, justo en el momento que me entregaba aquellas hojas escritas con sus propias patas, a las que no daré otro destino, sino el mismo para el que fue encomendado.






Biografía


Aquilino Medina, nació en la sección el arroyo, Barahona, República Dominicana. A los 16 años de edad militó en las filas del Movimiento Popular Dominicano (M.P.D.) por estar en desacuerdo con la política criminal y represiva de los primeros 12 años del gobierno de Balaguer surgido en 1966. Esos ideales de conciencia obtenidos de la izquierda revolucionaria, lo pusieron en el camino del periodismo, ingresando a las aulas del Instituto Dominicano de periodismo (I.D.P.) en el año de 1978, institución donde sólo llegó a permanecer por espacio de un año por razones puramente económicas, carrera que logró completar dos años más tarde en la escuela promotora cultural, haciéndose técnico en periodismo.

En el año de 1981, optó por ingresar a la carrera de derecho en la Universidad Mundial Dominicana, logrando el título de licenciado en derecho en el 1988.
En el 1990, formó  parte del cuerpo estudiantil de la Academia Dominicana de Detectives, donde aprendió varios métodos de investigación  criminal.
En el año 2012, da sus primeros pasos de poeta, transitando por el mundo de la prosa y el verso, publicando su primera obra titulada “La muerte se escribe en versos”. Estos ensayos, lo condujeron a que en marzo del año 2013, escribiera su segunda obra literaria a la que denominó “versos diversos”, con un criterio ya más limpio y afinado.

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